El de Ana Enjamio no es el único crimen que investiga el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo. Ya en la fase final de las pesquisas está el ocurrido en septiembre de 2015 en la calle López de Neira, cuando el vigués Diego Pedrido mató presuntamente a su expareja Divina Mendes, una ciudadana brasileña de 46 años que estaba afincada en la ciudad olívica. Precisamente, en relación con este caso, el cierre de la instrucción se demorará al estimar la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra un recurso de apelación presentado por la Fiscalía instando nuevas diligencias que habían sido denegadas por la juez instructora. Concretamente, lo que ordena practicar ahora el tribunal son aclaraciones del informe final de la autopsia practicada a la víctima y un cotejo de ADN con el que "concretar o descartar" si el perfil genético de varón hallado bajo las uñas de una mano de la fallecida se corresponde o no con el investigado por el asesinato. El joven confesó el crimen.

Además de estas periciales, la Audiencia también ve "suficientemente justificada" la necesidad de tomar declaración a unos testigos asimismo propuestos por la Fiscalía, rechazando los que plantea la defensa. Sobre la aclaración del informe de la necropsia -ya solicitado y emitido en otra ocasión durante la instrucción-, el mismo se demanda para clarificar cuestiones respecto a dos agravantes del homicidio: alevosía y ensañamiento.