El director, en 2007, de una oficina bancaria de A Coruña y el responsable regional de la entidad para el norte de Galicia en el mismo año serán juzgados la próxima semana. La Fiscalía los acusa de cooperar con un empresario cliente del banco para engañar a otro usuario de la entidad, quien perdió en la operación más de 100 millones. Cada uno de ellos se enfrenta a una petición de tres años de cárcel y al pago de una multa de 36.000 euros por cometer un delito de apropiación indebida. Además, el Ministerio público demanda que el banco, de forma subsidiaria, indemnice a la víctima con 63 millones.

El denunciante depositó en 2007 en la cuenta que tenía abierta en la oficina del banco 80 millones procedentes de la venta de una empresa. Dos meses después, el responsable de la sucursal le aconsejó que buscase una inversión más allá de los intereses que le generaba el depósito del dinero, según considera probado la fiscal en su escrito de calificación, en el que relata que le sugirió que entrase en el negocio inmobiliario que desarrollaba y financiaba en la propia entidad otro cliente sin advertirle de las grandes deudas que ya tenía.