Un farmacéutico de 51 años, Juan Luis L. R., fue detenido por un presunto engaño para facturar medicamentos no requeridos por los clientes y cobrar así la aportación del Sergas. El acusado negó ayer en el juicio en Ourense estafa alguna y todos los vecinos que declararon como testigos, salvo el denunciante, quien encontró dichos medicamentos en un contenedor de basura, defendieron su versión.

El boticario, asegura que al ser sus vecinos mayores, les enviaba en muchas ocasiones las medicinas sin pasar la tarjeta, sino introduciendo manualmente el código personal de los usuarios, que tenía anotados. "Me llamaban para pedirlas, me daban su permiso, me dejaban sus hojas de prescripción y lo hacía por prestar un servicio a gente que es mayor. A veces no llevaban la tarjeta o no se leía y en el pueblo nos conocemos todos", contestó tras subrayarle la fiscal que tal proceder era irregular.

Según el ministerio público, el licenciado iba haciendo acopio de los envases en la propia farmacia y cuando reunía varios los tiraba en el contenedor más próximo. Según la Fiscalía, entre septiembre de 2012 y mayo de 2013, expidió presuntamente de forma irreal 435 medicamentos, consiguiendo que el Sergas abonase 4.903,74 euros.