"Coordinación, algo de suerte y la pronta llegada de los bomberos. Sin ellos no hubiéramos podido hacer nada". Tres de los policías naciones que el pasado 14 de junio rescataron in extremis a un varón que se colgó para suicidarse en su garaje de Coruxo (Vigo) tienen claro que el trabajo conjunto de su unidad con la de los bomberos fue vital para que este vecino de la ciudad olívica continúe con vida.

Ambos cuerpos reconocen que este tipo de intervenciones se están volviendo "bastante habituales", aunque no las achacan a épocas de crisis. "Es complicado dar un número exacto para evitar un efecto llamada. Se están volviendo bastante habituales aunque no lo asociamos a la crisis sino a situaciones particulares de cada persona", afirma el agente Mira, uno de los cuatro policías nacionales que intervinieron en el rescate del varón tras su intento de ahorcamiento. Junto a ellos, seis bomberos fueron los encargados de, con una pinza neumática, obrar una abertura en la puerta del garaje que ocultaba al hombre ya colgado y convulsionando. "Nos dijo que no nos acercásemos o se mataba, pero debió escuchar las sirenas y se colgó. Cuando lo vimos por un ventanuco decidimos actuar y sin abrir la puerta del todo un agente entró y le sujetó los pies para que posteriormente un bombero cortase la cuerda del pescuezo", relataban los agentes Miro y Bande, presentes junto a su compañero el día de los hechos.

Al hombre lo rescataron inconsciente, pero tras cinco minutos de intervención fueron quien de reanimarlo. A pesar de lograr salvar su vida, el varón seguía obcecado en su empeño. "Cuando recobró el juicio no dejaba de intentar coger la cuerda de nuevo y patalear, por lo que fue necesario atarle las piernas. Una vez en el hospital nos reconoció que iba a volver a intentarlo. Si el suicida quiere quitarse la vida, lo hará", lamentan los agentes, quienes confirmaron su estancia en el centro de salud Nicolás Peña, especialista en psiquiatría.

Antecedentes psicóticos

El cabo Romero, quien también fue participe de la heroica intervención, recalcó la dificultad del operativo debido a la presencia de la familia y la inaccesibilidad del garaje. "Apenas teníamos visión, casi nula. Al principio nos valíamos de lo que nos informaban desde la sala del 091, luego ya lo que vimos por nuestra cuenta. Otro de los factores a tener en cuenta es cómo enfocar el suceso a la familia o al entorno que está a su lado para que no se lo tomen excesivamente mal. Por lo tanto, hay una parte de la intervención focalizada en la persona con problemas y otra que es más de control de la familia que está en una situación tensa o incluso crítica; aunque conozcan los antecedentes nunca llegan a acostumbrarse del todo", apunta el bombero en relación al pasado psicótico del varón, lo que agravado a una discusión previa con su pareja, puedo ser el desencadenante del intento de suicidio.

Esta operación se une a otra ocurrida en el mes de mayo, donde los agentes agarraron en el último momento a una mujer que pretendía tirarse desde el puente de la Barca.