La Policía Nacional de Vigo ha detenido a un vecino de la ciudad olívica de 54 años de edad por presuntos abusos sexuales a un niño de 12 con el que tenía contacto por la red de mensajería de teléfono móvil WhatsApp, a través de la cual también le habría remitido archivos de carácter sexual. Después de pasar a disposición judicial el pasado 10 de junio, el juez decidió decretar prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito continuado de abuso sexual. Este hombre, que conocía a los padres del menor, tiene además a sus espaldas un largo historial de denuncias por hechos similares que comenzaron hace doce años, concretamente en 2004, entre ellas una presentada por su exmujer por supuestos tocamientos a la hija pequeña de ambos. Pero en todos estos anteriores casos, pese a haber sido objeto de investigación policial, nunca se llegó a demostrar su imputación por el miedo y vergüenza de las víctimas, así como por la corta edad que tenían éstas.

La investigación, informó la comisaría de Vigo en un comunicado, se inició tras la denuncia presentada por un matrimonio el pasado mayo, en la cual señalaban que su hijo de 12 años podría estar siendo víctima de abusos. Fue entonces cuando agentes del grupo del Servicio de Atención a la Familia (SAF) comenzaron las indagaciones, con un exhaustivo control de las redes sociales, aplicaciones y chats que usaba el menor, descubriendo una conversación con un adulto que aportó pistas y resultó clave en las pesquisas. Las investigaciones se centraron en ese individuo, descubriéndose en un estudio más pormenorizado del teléfono de la víctima el envío de archivos de carácter sexual entre el niño y el hombre que después resultaría detenido.

El vecino de Vigo arrestado no era una persona desconocida en medios policiales. De hecho, se descubrió que en 2004 su exmujer lo había denunciado por supuestos tocamientos a la hija de ambos y que, posteriormente, otra joven presentó una denuncia en comisaría en la que declaraba que su niña de 4 años de edad también había sido objeto de abusos por parte de ese varón, señalan las fuentes antes citadas. Además, durante los años siguientes, este hombre fue investigado por la Policía Nacional por más hechos de similares características, si bien, concretan en la nota de prensa, en todos estos casos no se logró demostrar su imputación "por el posible miedo o vergüenza de las víctimas, así como por la corta edad de éstas".

Debido a este último caso del niño de 12 años se puso en marcha un dispositivo que concluyó con su localización y detención, tras lo cual se le tomó declaración. Esa misma tarde registraron su domicilio, incautándose los agentes de cuatro teléfonos móviles, que ahora serán analizados. El juez decidió tomar la medida de prisión provisional después del interrogatorio y fue el Juzgado de Instrucción 2 de Vigo el que asumió las diligencias.