Caso Abierto - Faro de Vigo

Caso Abierto - Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una estafa de gran eslora

Un vigués condenado por fraude en la venta de un barco tiene pendiente un proceso en Huelva por una práctica idéntica y suma más denuncias de otros perjudicados

El empresario condenado por eestafa en el juicio en Vigo. // A.I.

La Audiencia viguesa lo condenó recientemente por estafar 40.000 euros a un cliente en la venta de la embarcación de segunda mano Galán. El comprador entregó a este empresario el dinero y dos barcos valorados en 12.500 euros como pago, pero no recibió el de nueva adquisición. "El barco nunca llegó, solo recibí disgustos", lamentó el perjudicado en el juicio. El procesado, Juan Carlos Balado, regentaba Redonáutica, empresa en la actualidad ya cerrada, cuando hizo tratos con este cliente.

Y la sentencia por estos hechos no ha sido su único problema con la Justicia. Un juzgado de Huelva le abrió diligencias tras la denuncia de un vecino de Punta Umbría que le pagó casi 33.000 euros por una embarcación, Sabor 690 LX, que nunca llegó a sus manos. Un tribunal civil vigués también condenó a su empresa por la venta de un barco inviable para su uso por graves fallos en el motor. Y en su historial policial le constan más arrestos y denuncias similares. La Policía Nacional llegó a abrir una investigación tras el hallazgo, en una nave donde tuvo su náutica, de diez barcos, algunos de los cuales habían sido dejados a reparar por sus propietarios sin que volvieran a tener noticias de ellos.

El caso de Huelva lo lleva el Juzgado de Instrucción 1 de esa ciudad. "Me gustaba ese modelo de barco; a través del astillero conocí a este hombre [al denunciado], estuve en las instalaciones de su empresa, fuimos a ver la embarcación y cerramos el trato", afirma el vecino de Punta Umbría, S.A.G., de 26 años, que viajó con su tío a Galicia para ver la embarcación.

En la denuncia aportaron la copia del contrato de compraventa de enero de 2015 según el cual, consta en las diligencias policiales, Redonáutica les vendía el barco por 32.150 euros, incluyéndose en el precio un motor, la aplicación de la pa0tente, la matriculación y el transporte desde Galicia hasta Mazagón.

El comprador efectuó dos transferencias, una primera de 13.046 euros y otra de 19.855, y debía recibir el barco en febrero de ese 2015. Pero nunca llegó. "Se inventó una excusa; dijo que tenía el dinero retenido por Hacienda y que le diera un mes; pero tras ese mes vinieron dos semanas más y después otro mes más...; no recibí ni el barco ni el dinero abonado", cuenta el joven onubense. Un juzgado vigués que intervino en la causa apreció indicios de un presunto delito de estafa.

Pero además del caso sentenciado por la Audiencia de Vigo y el que investiga el juzgado de Huelva, Juan Carlos Balado es asimismo "una persona conocida" en la comisaría viguesa -consta textualmente en las diligencias policiales- por la presunta autoría de "hechos similares". En agosto de 2014 un vecino de Tui lo denunció por la presunta "sustracción" de una embarcación. La había dejado a la venta en la empresa de este hombre y, tras siete meses sin resultados, decidió ir a recogerla. Pero una vez allí el empresario le dijo que ya la había vendido y nunca, según la denuncia, le dio al perjudicado el dinero de esa operación.

En septiembre de ese mismo 2014, un residente en Poio lo denunció también por estafa ante la Guardia Civil ya que, relató entonces, le abonó la reparación de un barco del que "no volvió a saber nada". Y ya en 2015, la Policía Nacional investigó el hallazgo de diez barcos en una nave en la que el empresario estuvo de alquiler con su empresa náutica.

Compartir el artículo

stats