La viguesa Arantxa Amoedo, de 27 años, acusada de matar a su novio de una puñalada en el corazón en un chalé de Arinaga en Telde en 2013, con cuyo cadáver convivió veinte días, se negó ayer a responder cualquier pregunta, incluídas las de su abogado, en la primera jornada del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Las Palmas. Cabizbaja y casi ausente aguantó estoicamente hora y media de preguntas sobre su tormentosa relación que se iban recogiendo, sin dar respuesta alguna aunque se enfrenta a 19 años de prisión acusada de asesinato. Por eso se leyó la declaración que realizó en su día cuando aseveró que actuó en defensa propia porque la víctima, Jordi Burón -que tenía 20 años más que ella-, intentó violarla. No está sola en el banquillo. Con ella se sienta su amante Tania D.S., acusada de encubrimiento, que negó ante el tribunal haberla ayudado. "No sabía que Jordi estaba muerto, ni olía mal en la casa. Me enteré cuando me lo dijo la Policía Local".

La fiscal sostuvo ayer que Arantxa Amoedo asesinó a Jordi Burón porque quería librarse de él, porque se "equivocó" en su elección. Así, señaló a los miembros del jurado que la principal procesada tenía como objetivo conseguir un "hombre con dinero que la mantuviera", aunque ella prefería a las mujeres, en relación a su reconocida bisexualidad. Relató que la acusada mató a su pareja de una sola puñalada en el corazón mientras dormía, "sabiendo lo que hacía", y que fue una "vil decisión" .

Asimismo, señaló que Arantxa Amoedo carecía de formación profesional, le gustaba tener buena vida, estaba acostumbrada a hacer lo que quería y siempre estuvo protegida por su padre y su hermana, y pensó que con Jordi Burón podría "vivir así, pero se equivocó y lo mató para librarse de él".

El Ministerio Público sostuvo que no hubo defensa por parte de la procesada "ni pelea", ni tampoco sufre una enfermedad mental y que, aunque los hechos parecen más "el guión de una película", se trata de un crimen real que se cometió en playa de Arinaga "porque sí". La fiscal indicó que tratará de demostrar a lo largo del juicio que Arantxa Amoedo cometió un asesinato y su amiga, Tania Díaz lo encubrió, y por ello pide una pena de 19 años de cárcel para la primera y de un año para la segunda, además de una indemnización por parte de la presunta asesina de 190.000 euros para la familia del fallecido.

La acusación particular, ejercida en nombre del padre de la víctima Cecilio Burón, compartió la tesis de la fiscal, y su letrado indicó que "Jordi no se merecía su muerte como harán ver las defensas", sino que se "enamoró perdidamente y quería mantener a su lado" a su novia, aceptando casi todas las condiciones que le ponía.

La acusación particular propuso 20 años de cárcel para Arantxa y una indemnización de 190.000 euros; y tres años de cárcel para Tania Díaz, al entender que fue encubridora. Frente a la muerte "despiadada" que describen las acusaciones, la defensa de Arantxa Amoedo mantuvo que su clienta, que tenía "tendencia bisexual", actuó en legítima defensa, porque consideraba que él estaba obsesionado con ella. Asegura que la pareja "no tenía proyecto de vida estable y que "mantenía relaciones sexuales contra su voluntad", y por lo que pide para ella una condena de cinco años por un delito de homicidio, al entender que concurren dos eximentes incompletas por trastorno mental y legítima defensa, y el atenuante de confesión. El juicio continúa hoy.