El macrojuicio por el alijo de tres toneladas de cocaína interceptado a bordo del Riptide en 2013 ya tiene sentencia. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha impuesto condenas que suman casi 160 años de prisión y 26.000 millones de euros en multas a 17 de los procesados por este caso, en el que sólo un acusado, el vilanovés Francisco Javier Suárez Suárez recientemente excarcelado, ha sido absuelto. Las penas van desde los 3 años y medio de cárcel, la más baja, hasta los 12 años y 3 meses, la mayor. La impuesta a diez de los condenados es de 9 años y 1 día de prisión, ya que admitieron los hechos, por lo que se le aplica la atenuante de confesión, igual que otros dos que también asumieron su culpa. Y en el capítulo de sanciones económicas, el tribunal sentencia a cada procesado a pagar 1.600 millones de euros, excepto en un caso en el que fija 400 millones. Un condenado es Marcos Vigo Fernández, exyerno de Josefa Charlín, que confesó los hechos y delató a los históricos arousanos José Luis Viñas Morgade y Antonio Carballa Magdalena como sus socios en la operación de drogas.

El fallo se notificó ayer casi un mes después de la conclusión del juicio. La vista arrancó con una petición global de 330 años de cárcel por parte del fiscal antidroga de la provincia de Pontevedra, Luis María Uriarte. Unas solicitudes que ya redujo casi a la mitad finalizado el proceso, principalmente por la confesión de parte de los acusados. Ahora, en la sentencia, se respeta el acuerdo del Ministerio Público con esos doce procesados, se bajan las condenas en otros casos y se absuelve a un acusado, por lo que la suma de penas es 159 años, 9 meses y 10 días de cárcel.

Delito agravado

La sala ve los hechos constitutivos de delito contra la salud pública por tráfico de cocaína, ilícito en el que concurre "el subtipo superagravado de extraordinaria gravedad" por la cantidad de droga incautada y el uso de embarcaciones: el buque Riptide y el velero Pixapo. Sólo a siete acusados se aplica el delito de integración en organización criminal: es el caso de Marcos Vigo o los cinco miembros del grupo del Pixapo. Éste era el velero que debía llevar la droga desde el buque nodriza a las costas gallegas, pero que se averió en Aveiro (Portugal) antes de llegar al punto en alta mar donde estaba el Riptide. Este buque fue abordado en mayo de 2013 con 113 fardos a bordo: 2.954 kilos de cocaína, con pureza del 71% y valor de 295 millones de euros.

Cinco de los que asumieron sus culpas fueron el capitán coreano Song Su Kil y los cuatro tripulantes indonesios del Riptide, Sulianto Saha, Suwarto, Iswadi Binta y Yudi Sutomo, por lo que se les impone a cada uno 9 años y un día de cárcel. Parte de la pena se les sustituye por su expulsión de España durante una década. Los que los investigadores señalaron como cabecillas y responsables del cargamento corren diferente suerte: el arousano Marcos Vigo Fernández, en la que es su primera condena por narcotráfico, recibe 9 años y 1 día de prisión por su confesión, mientras que José Luis Viñas Morgade y Antonio Carballa Magdalena, a los que delató el anterior pero que se declaraban inocentes, son sentenciados a poco más, a 10 años y medio.

En cuanto al grupo del Pixapo, la sala impone 12 años y 3 meses de cárcel a José Manuel Rodríguez Camesella, reincidente, y 12 años a Jesús Iglesias Cumplido, que pedía su absolución. A ambos se les sentencia también por tenencia ilícita de armas. Los tripulantes del velero, Juan Domingo Covelo Fernández, Rafael Couto Oubiña e Iván Méndez López, son de los penados a 9 años.

Nelson Beltrán Cejuela y Luis Miguel Iglesias Vila, con los que Camesella y Cumplido contactaron para tratar de encontrar otro barco tras la avería del Pixapo, son sentenciados a 10 años y medio. José Gregorio Hernández Rodríguez, que viajó a España por indicación de la red sudamericana para coordinar la operación, es asimismo de los condenados a 9 años. La menor pena es para Rogelio Collado Cespón, de 3 años y medio: por orden de Marcos Vigo fue a buscar al aeropuerto a José Gregorio y le alquiló un piso en Santiago.

Y sólo hay un absuelto, Francisco Javier Suárez, para el que el fiscal pedía 13 años. Con una condena anterior por drogas, fue quien presentó a Marcos Vigo y a Camesella. Llamó por teléfono a este último y a Cumplido desde cabinas y se reunió alguna vez con ellos. Pero, zanja el tribunal, "no se acreditó que conociese que entre los otros tramaban una operación de transporte internacional de cocaína a España" con uso de barcos.

El fallo, que no es firme, establece el comiso de las embarcaciones, un vehículo, dinero, casi 60 teléfonos móviles, dos pistolas y otros efectos.