El vilagarciano Carlos G.P. , para quien el fiscal solicita 4 años de prisión por presuntos abusos sexuales a su hija cuando tenía 10 años, negó ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra tales abusos y aseguró que se acostaba en la cama con ella "para ver la tele" y sin intención libidinosa. La menor, que ahora tiene 14 años, declaró, tras un biombo que le evitaba el contacto visual con su padre. Afirmó que al menos en una ocasión su progenitor entró en su cama y que, sujetándole la manos hacia arriba, se situó sobre ella y "restregaba" su cuerpo contra ella. Posteriormente -según la versión de la afectada- la cambió de posición y la colocó sobre él mientras ella le pedía que parase. Los hechos habrían ocurrido hace tres años, en agosto de 2012.
El acusado afirma que la niña miente y que mantenía con su hija una relación normal, con la que jugaba y en numerosas ocasiones compartían cama para ver la televisión "yo en su cama o ella en la mía". La Fiscalía considera que es autor de un delito de abuso sexual y mantiene su petición de 4 años de prisión.
La niña relató a su madre y a su abuela que aquella mañana de agosto de 2012 su padre entró en su habitación en calzoncillos mientras ella dormía y su madre trabajaba. Tras despertarla, realizó toda una serie de frotamientos a pesar de que ella le pidió que parase. Ambas decidieron presentar una denuncia días después. "El ni me lo negó ni me lo confirmó, pero se fue de casa", expuso la madre de la pequeña, por lo que presentó la correspondiente denuncia.
