La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y la Policía investigan el suicidio de un niño de 11 años en la localidad madrileña de Leganés. El consejero de Educación, Rafael Van Grieken, recalcó ayer en una visita a Móstoles que no hay constancia, notificación, aviso o denuncia de un presunto caso de acoso escolar.

El suicidio del niño se produjo en su propia casa, el miércoles de la semana pasada. La madre levantó al menor a las siete y cuarto de la mañana. Mientras la mujer duchaba al hermano pequeño, el niño aprovechó para subirse al lavadero y arrojarse al vacío desde el quinto piso. Los equipos médicos no pudieron reanimarlo. Dejó una carta en la que se despedía de sus padres y les decía que no quería volver más al colegio.

Sin indicios de acoso

Un equipo de psicólogos acudió ese mismo día al centro, un colegio concertado que depende de una orden religiosa, pero no hallaron ningún indicio de un posible caso acoso. Sin embargo, padres y trabajadores del centro aseguraron que el niño sufrió amenazas en el recreo.