La Guardia Civil encontró ayer en un monte de O Carballiño el cadáver del hostelero José Antonio Á.L., de 50 años, que había desaparecido sin dejar rastro el pasado 25 de agosto tras cerrar el local que regentaba en O Posío, en Ourense. Según ha trascendido, el hombre estaba muerto en el interior de un vehículo alquilado y aunque la causa del fallecimiento deberá determinarla el equipo forense tras la autopsia, todo apunta a un suicidio.

El vehículo estaba apartado de la zona urbana, en un monte. En el interior, donde estaba el cuerpo del hostelero, había también pastillas, alcohol y una bombona de butano. También se detectaron otros indicios que apuntan a la muerte voluntaria.

Tras el hallazgo, los investigadores verificaron que era el hostelero cuya desaparición fue denunciada el 25 de agosto por su esposa. La mujer, extrañada por la tardanza de su marido, que siempre llegaba a casa pasadas las 23.30 horas tras cerrar del bar, le envió un mensaje de Whatsapp, pero no obtuvo respuesta. Después comprobó que, inusualmente, su marido no había limpiado y recogido el bar. También echó en falta una bolsa con monedas para el cambio que había junto a la máquina registradora.

Su esposa aseguró ayer que no vio ningún comportamiento extraño previo, aunque sí alegó que tenía pequeñas deudas relacionadas con el local de hostelería.