Huyeron con lo puesto el pasado fin de semana tras abandonar el cuerpo inerte de su hijo en una maleta junto a la vía del tren. Unas horas antes lo habían matado de una paliza en el domicilio familiar, un piso de alquiler en una calle cercana al apeadero de La Argañosa. El pequeño de dos años es hijo de una joven de origen magrebí que se había trasladado recientemente desde Málaga a Oviedo con su pareja, un ciudadano gallego que acababa de encontrar trabajo, según fuentes próximas a la investigación. Sobre los dos pesa una orden de búsqueda nacional e internacional para responder por tan repulsivo crimen del que se les considera autores.

Una vez confirmado que en el piso de Oviedo no había ni rastro de la pareja, la Policía Nacional trasladó una ramificación de la investigación a Málaga. En una localidad costera de esta provincia andaluza residen tanto el círculo de confianza de la pareja como la familia de ella, que ya están al tanto del asunto y "abrumados" por lo sucedido. En concreto, los padres de la chica, estarían colaborando activamente con los investigadores en el esclarecimiento del suceso y la localización de los fugados. El matrimonio sostiene que su hija no tiene nada que ver con la muerte del pequeño, de la que culpan a su pareja.

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Al cierre de esta edición no se habían producido detenciones, aunque los investigadores confían en que no tardarán en atraparlos, puesto que no disponen de recursos económicos para prolongar demasiado la huida en el tiempo. Además, con todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en alerta, tienen la certeza de que no lograrán cruzar la frontera.

Una chilaba (una túnica árabe con capucha) fue la pista clave que ayudó a los investigadores a averiguar la identidad del menor asesinado. "Tras lograr establecer de forma fehaciente el origen de las prendas que envolvían el cuerpo, fue cuestión de horas determinar la identidad del fallecido. Las distintas actuaciones, tanto de investigación como técnicas, determinaron la identidad", subraya un comunicado policial.

La Jefatura Superior de Policía en Asturias también indicó que desde el macabro hallazgo del cuerpo "volcó sus esfuerzos" en lograr el esclarecimiento de los hechos, si bien el desconocimiento de la identidad del niño dificultaba "enormemente" su resolución. También consideran que la colaboración ciudadana ha sido fundamental para la resolución. Tras acotar entre la comunidad magrebí las pesquisas sobre la identidad del niño, una comunicación ciudadana había puesto a los agentes en el buen camino.

Sobre el caso pesa, por orden judicial, el secreto de las actuaciones, por lo que los datos sobre el avance de la investigación trascienden con cuentagotas, precisamente para no entorpecer la resolución del crimen y atrapar, lo antes posible, a los presunto autores de la muerte del niño. Tenía sólo dos años y lesiones en varias partes del cuerpo, incluso internas, realizas con una violencia extrema hasta causarle la muerte.