La familia de Sonia Iglesias, la pontevedresa desparecida el 10 de agosto de 2010, afronta con escepticismo la nueva declaración de Julio Araújo, único imputado por la desaparición de la que en ese momento era su pareja, que volverá a comparecer hoy a la sede judicial de A Parda.

La hermana de la mujer desaparecida, Mari Carmen Iglesias, recordó ayer que Araújo "siempre que declaró ha caído en numerosas contradicciones. Lo sorprendente sería que dijera la verdad".

Esta nueva comparecencia, junto a la declaración que realizó el pasado lunes la responsable de la Asociación de Mujeres Maltratadas Luz, se producen después de que el pasado 8 de noviembre el juzgado retomase las declaraciones judiciales a testigos tras un periodo de más de un año en el que el caso estuvo paralizado. Entonces, ante el juez testificaron varios familiares de Julio Araújo, así como la persona que encontró la cartera de Sonia en O Vao el día de su desaparición, el zapatero al que acudió la mañana de la desaparición o la hermana y la madre de Sonia, entre otros.

El caso de Antonio Losilla, el presunto autor de la muerta de su esposa que fue sometido ayer a una novedosa prueba neurofisiológica con la finalidad de orientar la búsqueda del cadáver de esta mujer desaparecida desde 2012 en la localidad aragonesa de Ricla, abre una nueva posibilidad judicial para los familiares de Sonia Iglesias.

Este método, que analiza los cambios eléctricos de la actividad cerebral del individuo ante estímulos externo, fue autorizada por el juez de Zaragoza que instruye el caso, a pesar de que el abogado defensor de Antonio Losilla presentó un recurso formal, ya que, esta prueba "vulnera el derecho a no declarar".

Mari Carmen Iglesias reconoció ayer que esta innovadora prueba será una opción que barajará junto con la abogada de la familia.