El médico portugués Antonio Veloso acudió ayer, a las siete y media de la tarde, a recoger a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra su vehículo Mercedes en el que circulaba cuando el jueves fue víctima del secuestro a las puertas de un supermercado en Valdevez, en el norte de Portugal. El coche fue encontrado abandonado por los presuntos captores en la noche del pasado domingo en una urbanización a las afueras de Redondela.

El médico luso jubilado llegó a las dependencias de la Benemérita en un vehículo conducido por otra persona a las siete y media de la tarde y permaneció en ellas por espacio de hora y media. Durante ese tiempo explicó ante los agentes que investigan el caso los hechos ocurridos. Aunque ya había realizado una primera pero breve declaración tras su liberación, Veloso se extendió ayer sobre el secuestro y facilitó a los investigadores más detalles.

A la salida de la Comandancia, el médico portugués ya conducía su propio vehículo -de alta gama y valorado en más de 100.000 euros-, pero antes de regresar a su domicilio, detuvo el coche y, tras bajar la ventanilla, quiso mostrar su agradecimiento a la actuación de las fuerzas policiales españolas: "Quiero agradecer a la Guardia Civil porque fui tratado como una persona muy digna. Gracias a la Guardia Civil y a España", aseguró con evidentes muestras de nerviosismo.

Veloso, sin embargo, rehuyó en todo momento dar alguna explicación sobre cómo ocurrió el secuestro. Preguntado sobre si en algún momento había temido por su vida, la víctima se limitó a negar de forma genérica: "Qué va, no hay problema, me voy satisfecho con todo". Parco en palabras, el médico sí rechazó ayer que los presuntos captores se hubiesen mostrado violentos o agresivos durante su cautiverio. "No me trataron mal, pero de eso no tengo nada que hablar", se limitó a decir antes de arrancar su coche y dejar atrás una pesadilla.