Dos extraños incidentes en apenas cinco días. El abogado vigués Gustavo García, cuyo despacho apareció destrozado el 5 de noviembre con pintadas fascistas en sus paredes, fue detenido ayer por la mañana cerca del aeropuerto de Peinador por supuesto robo con fuerza en vehículos, un delito que él niega. El letrado arrestado por la Policía Local solicitó un habeas corpus por detención ilegal y arbitraria y por la tarde pasaba al juzgado de guardia. Tras interrogar a los agentes que lo detuvieron y al instructor del atestado, la juez consideró que la actuación policial era correcta y lo envió a los calabozos hasta que hoy por la mañana pase a disposición judicial.

Los hechos tuvieron lugar a las 9.15 horas. Una patrulla de la Policía Local, según el atestado, lo sorprendió de rodillas en la puerta del conductor de un Corsa, con una ventanilla rota, y manipulando en su interior. Al ver a la patrulla, añade el atestado, empezó a caminar por lo que los agentes procedieron a identificarle. La versión policial incide en que el hombre les aseguró que estaba paseando, pero al cachearlo le encontraron un dispositivo de móviles que "no fue capaz de accionar". En las inmediaciones los policías descubrieron otro vehículo, también con una ventanilla fracturada, y lo arrestaron al sospechar que podría ser el autor de ambos robos.

La versión del letrado es radicalmente distinta. Sostiene que iba a viajar a Berlín y salió del aeropuerto a fumar. Vio dos vehículos con las ventanillas rotas y las puertas abiertas y se acercó a comprobar los daños. Entonces, según su versión, llegó la patrulla de la Policía Local y le detuvo. En cuanto al teléfono móvil, alega que es suyo pero que acababa de adquirirlo ya que el anterior se lo habían robado en su despacho profesional una semana antes de que apareciera destrozado y con pintadas amenazantes de ideología nazi y otras referencias al partido de Trabajadores del Kurdistán. Unos hechos que hizo públicos en los medios de comunicación y por los que aún no ha presentado denuncia.

El letrado, que es secretario de la Fundación Galega contra a Impunidade, aseguró que no podía descartar que el asalto a su despacho fuera por motivos políticos pero tampoco que estuviera causado por temas de trabajo: "por desgracia tengo muchos enemigos", indicó.

Gustavo García presentó ayer, tras ser detenido, el habeas corpus escrito de su puño y letra y advirtió que pediría fuertes indemnizaciones porque no pudo viajar a Berlín. Ante la juez en funciones de guardia solicitó ser asistido por el decano del Colegio de Abogados de Vigo, aunque finalmente lo representó una letrada de oficio.