Los análisis efectuados por el Instituto Nacional de Toxicología habrían evidenciado dosis elevadas de un ansiolítico en el cuerpo de Asunta Basterra, la niña de 12 años hallada muerta en una pista forestal de Teo, municipio próximo a Compostela, en la madrugada del pasado 22 de septiembre.

Fuentes próximas al caso han informado a EFE que se trataría de lorazepam, un tranquilizante de la familia de los benzodiazepínicos que suele comercializarse bajo marcas como Orfidal o Idalprem, fármacos que se utilizan para tratar estados de ansiedad y siempre bajo prescripción médica.

José Antonio Vázquez Taín, que instruye la causa abierta por la muerte violenta de esta menor ha trasladado este jueves a las partes el argumentario que ha motivado el ingreso en prisión, el viernes 27, de los padres de la víctima, la abogada Rosario Porto, que no ejerce, y el periodista Alfonso Basterra. En el mismo, han explicado que se aportarían "datos concluyentes" sobre la autoría de este crimen.

El letrado José Luis Gutiérrez Aranguren, que defiende a Porto, y la abogada Belén Hospido, que asiste a Basterra, han presentado esta semana sendos recursos de apelación en los que se pide la excarcelación al entender que el auto de prisión emitido por el juez en un inicio no estaba "motivado" y causaba indefensión.

El cuerpo sin vida de Asunta Yong Fang, la pequeña de origen chino a la que adoptaron cuando todavía no tenía un año y que habría cumplido 13 el lunes 30, fue localizado por dos viandantes sobre un talud y fuentes cercanas al caso han dicho que, si bien el cadáver se halló a la una y cuarto de la madrugada del domingo, la víctima falleció el sábado 21, presumiblemente tras ser sedada y asfixiada.

El magistrado José Antonio Vázquez Taín decretó el pasado día 27 el ingreso en la cárcel de los progenitores de la pequeña, imputados por la presunta comisión de un delito de homicidio, con la posibilidad de elevar esta calificación a "asesinato". Ambos han negado ser los autores del crimen.