Una ciudadana uruguaya que declaró por videoconferencia desde Canarias, aceptó ayer en un juzgado de Vigo 6 meses de prisión por un delito de estafa por internet de los conocidos como "phishing". Admitió que aceptó una oferta de trabajo y que recibió en su cuenta bancaria 5.000 euros de la empresa viguesa estafada. Tal como le habían pedido, retiró el dinero y transfirió por Postal Exprés a un país del Este de Europa tras quedarse con el 8% de su comisión. La juez la condenó como cooperadora necesaria de la mafia del este que la contrató.