En menos de dos días han caído en el cerco policial los tres atracadores que, la tarde del miércoles, asaltaron una céntrica joyería de Ourense, encañonaron y ataron al dueño y luego huyeron en bicicleta con un botín de 100.000 euros en alhajas. Los investigadores de la Policía Judicial de Ourense, con el apoyo de compañeros de la brigada de Madrid, arrestaron entre la madrugada y la mañana de ayer a los tres presuntos ladrones en una operación desarrollada a caballo y en tiempo récord entre la ciudad de As Burgas y la capital. Los tres tienen edades comprendidas entre los 21 y 23 años, son todos de nacionalidad chilena y por su historial y forma de actuar eran de todo menos una banda. Solo uno tenía historial previo por delitos menores.

Uno de los sospechosos, Carlos Figueroa Rodríguez, con domicilio en la ciudad y antecedentes por hurto y resistencia, fue apresado en las inmediaciones de su vivienda de la calle Parada Justel, en O Couto, a las dos de la madrugada de ayer. Los otros dos, Dugal Jara Artete y Jonatan Valdés Figueroa ya habían regresado a Madrid por carretera. La Policía Judicial los detuvo nada más llegar a bordo de un autobús a la estación madrileña de Méndez Álvaro. Llevaban en una mochila gran cantidad de joyas. Faltan comprobaciones al detalle pero los investigadores confiaban ayer en haber recuperado todo el botín o, al menos, la mayor parte.

Fuentes de la operación mantienen la sospecha de que los dos detenidos en la capital podrían haber querido huir a su país de origen tras vender las joyas. En la Comisaría tampoco descartan que los atracadores optaran por llevarse consigo el botín para colocarlo en Chile. Después del robo y hasta subirse al autobús, los sospechosos permanecieron en el piso de O Couto de Carlos F.R., según las fuentes consultadas, tras abandonar en unas galerías comerciales próximas las bicicletas en las que dos de ellos se dieron a la fuga tras el atraco. El otro escapó a pie.

Llevaban viseras, tenían acento sudamericano e irrumpieron en el establecimiento de Santo Domingo 28 con una pistola que ha aparecido y que podría ser de fogueo. Los atracadores encañonaron al dueño colocándole el arma en la sien, lo introdujeron en la trastienda, lo ataron de pies y manos y desvalijaron la caja fuerte, las vitrinas y el almacén apoderándose de varias mantas y estuches con joyas. Todo está valorado en unos 100.000 euros. A continuación huyeron en bicicleta por una calle peatonal del casco histórico de Ourense repleta de transeúntes cada día.