El juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra ha condenado al patriarca del clan de los Charlines, Manuel Charlín Gama, como autor de un delito contra la seguridad del tráfico por negarse ante los agentes de la Guardia Civil a realizar la prueba de la alcoholemia. El juzgado le impone una pena de prisión que no ha trascendido aunque el fiscal reclamaba 9 meses de cárcel. No obstante, el juez le absuelve del segundo delito contra la seguridad vial que le imputaba el fiscal y por el que le pedía una multa de 8.100 euros por conducción alcohólica. El magistrado considera que no existen pruebas suficientes para certificar que el patriarca del clan arousano, que en breve cumplirá 80 años, circulaba por la carretera que une Pontevedra y Vilagarcía el pasado 8 de abril con sus facultades mermadas por el alcohol. El fallo es recurrible ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.

En el juicio, el fiscal acusaba a Manuel Charlín de negarse a realizar la prueba de la alcoholemia en un dispositivo de precisión tras arrojar un primer resultado positivo de 0,56.

Al igual que manifestó durante el juicio, Manuel Charlín insistía ayer a FARO en que "nunca" se negó a realizar la prueba y llegó a soplar hasta "en ocho ocasiones". A lo único que se negó fue a rubricar el boletín de denuncia, asegura.

El patriarca del clan, tras cumplir 20 años de prisión por delitos de narcotráfico y blanqueo de capitales, debe acudir cada 15 días a firmar a los juzgados de Vilagarcía al estar imputado en una causa por blanqueo por la Operación Repesca junto a varios familiares. Además, fue detenido recientemente por un supuesto caso de abuso a una menor en esta localidad arousana. Tras este último proceso judicial, ayer aseguraba a FARO que "se siente perseguido" en Arousa por lo que afirma que "no quiero seguir viviendo aquí". Manifestó su intención de solicitar permiso al juzgado de Vilagarcía para poder fijar su residencia en Portugal en donde "pueda sentirme más tranquilo".