El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Cangas, Diego de Lara, envió ayer a prisión provisional y sin fianza al joven de 20 años Francisco Acuña Martínez, acusado de matar a cuchilladas en la tarde del sábado pasado en esta localidad al subteniente de la Guardia Civil, en la reserva, Jorge Fernández Silvoso, compañero sentimental de su madre, Sonia Martínez Pérez. El propio Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirmó también el citado auto de prisión "comunicada y sin fianza por un presunto delito de homicidio".

En su corta comparecencia ante el juez, Francisco Acuña reiteró que no se acordaba de lo sucedido en la tarde del sábado. En todo momento se mantuvo sereno y no perdió el control. Antes de prestar declaración fue examinado por el médico forense que dictaminó que estaba capacitado para hacerlo.

La defensa afirma que su cliente contestó a todas las preguntas que le formuló el juez, aunque no desvela el contenido de las mismas. El joven se había negado a declarar el sábado ante la Guardia Civil de Cangas, postura que dejó bien clara tan pronto se le leyeron los derechos. Sí contestó las preguntas que realizaron los compañeros de Pontevedra, pero sin aportar nada provechoso a una investigación donde las pruebas parecen que son bastante evidentes, con testigos tan importantes como la madre del acusado y pareja sentimental del fallecido, que ayer aún permanecía ingresada en el Hospital Xeral Cíes con síntomas de una crisis de pánico.

En estos momentos, el abogado defensor dirige su trabajo a recuperar documentación clínica relacionada con el accidente de moto que Francisco Acuña sufrió hace dos años, a consecuencia del cual estuvo un tiempo en coma. El objetivo es conocer si existe alguna secuela psíquica que pueda ser utilizada como eximente. A tal fin solicitará que sea visto por un especialista.

Tanto el juez Diego de Lara como la defensa confirmaron que el juicio sería con jurado popular. También manifestó ayer el magistrado que, hasta la fecha, no se había presentado acusación particular y que los otros dos testigos importantes: la madre del joven y el hermano de ella, Ángel Martínez, que estaban presentes el sábado en el piso donde sucedió la tragedia, declararán próximamente. También advirtió que se había declarado el secreto del sumario.

Francisco Acuña llegó alrededor de las 10.00 horas procedente de Pontevedra a los juzgados de Cangas y se marchó muy cerca de las 15.00 horas, tras declarar durante algo menos de una hora.