Tres atracos a mano armada en apenas horas y media en Vigo y su área de influencia. Las víctimas fueron el propietario del restaurante vigués "Puesto Piloto", un estanco de la carretera Miraflores en el barrio de Sárdoma y una gasolinera en Mos.

Un único individuo perpetró el asalto al restaurador, al que puso un arma de fuego en la frente cuando salía del establecimiento y se introducía en el coche para dirigirse al banco a ingresar un sobre con el dinero. En los otros dos casos los asaltantes eran dos hombres, con acento gallego, que iban encapuchados y armados con una escopeta y un cuchillo. Su descripción y, sobre todo, su forma de actuar, se asemejan al grupo que asaltó el martes un bar con licencia de estanco en Gondomar por lo que se investiga si es la misma banda.

El botín más importante, de 5.900 euros, se obtuvo en el atraco a José Antonio R.P., de 53 años, dueño del acreditado restaurante "Puesto Piloto" de la avenida Atlántida, en Alcabre. Minutos antes de las 11.45 horas la víctima, que se dirigía al bando, sintió en su frente la frialdad del cañón de una pistola.

"Cerré los ojos y en apenas unos segundos por mi mente pasó de todo", relataba poco después del trauma vivido. "Estaba a punto de acceder a mi coche, aparcado en la parte trasera del restaurante, cuando de repente fui abordado por un individuo. Me tocó en la espalda y al darme la vuelta me encañonó con una pistola al tiempo que hacía ademán con un dedo en sus labios para que guardara silencio. No sé si hubiera podido gritar pero el escaso tiempo que estuve a su merced se me hizo eterno", matizó el empresario.

El atracador era djoven, vestía con ropa oscura e iba a cara descubierta. Tras conseguir el botín se echó a correr, subió la rampa que da a la avenida Atlántida y ahí se le perdió la pista. Quizá alguien le esperaba al volante de un vehículo. Lo que si parece estar claro es que el atraco fue estudiado de antemano.

El hostelero, cuando se vio liberado de la tensión del asalto, entró en el restaurante y alertó de lo ocurrido al encargado, quien dio urgente aviso a la Policía. Aunque varias patrullas se dirigieron hacia la zona no pudieron hacer nada para abortar la huida del delincuente.

Cuando todavía se hacían gestiones en torno al atraco al dueño del restaurante "Puesto Piloto", de nuevo saltaba la alarma en la Sala del 091. Esta vez procedía de la parroquia viguesa de San Pedro de Sárdoma. En este lugar y concretamente en el número 91 de la carretera de Miraflores se había cometido un atraco, alrededor de las 12.30 horas, por parte de dos individuos, uno de ellos armado con una escopeta de cañones recortados.

En esta ocasión,los dos individuos intimidaron a la persona que estaba al frente del estanco y consiguieron adueñarse de unos 100 euros de la recaudación. Acto seguido, sin apenas mediar palabra, se dieron a la fuga en un vehículo a motor.

El tercero de los asaltos a mano armada tuvo lugar en demarcación de la Guardia Civil. Dos encapuchados atracaron a media mañana una estación de servicio ubicada en la parroquia mosense de Cela, en la carretera que conduce de Porriño a Gondomar y a apenas un kilómetro del alto de San Cosme.

Los autores del robo fueron dos varones, con marcado acento gallego, que portaban como armas intimidatorias una escopeta y un cuchillo. Uno de ellos se tapaba el rostro con una careta y su compinche lo hacía con una capucha. Al llegar a la gasolinera en un vehículo abordaron al empleado, lo tiraron al suelo, se adueñaron del dinero de la caja, unos 200 euros, y se hicieron con las llaves del turismo propiedad del empleado en el que huyeron. Los dos coches fueron abandonados a unos 300 metros del surtidor.

Policía Local de Mos y Guardia Civil hicieron acto de presencia en el lugar para recabar datos del rápido atraco.