Una valla metálica penetró "como una espada" en el interior del autobús que volcó el sábado en Benalmádena (Málaga), en un accidente de tráfico en el que fallecieron nueve turistas finlandeses y resultaron heridas otras 38 personas, algo que agravó las consecuencias del siniestro.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, ha explicado que, al parecer, el accidente tuvo lugar cuando un todoterreno intentó adelantar al autobús por la derecha y chocó con el quitamiedos, por lo que rebotó y colisionó con la parte trasera del autobús, que se desequilibró y ocupó la mediana antes de volcar. El conductor de este vehículo duplicaba la tasa de alcoholemia permitida.

López Garzón ha afirmado que una de las circunstancias "más tremendas" del siniestro fue que una valla metálica bionda (quitamiedos) penetró en el interior del autobús "como una espada", lo que hizo que las consecuencias del accidente resultaran "más graves".

López Garzón visitó ayer a los heridos en el siniestro que se encuentran ingresados en distintos hospitales malagueños y, en declaraciones a los periodistas, ha señalado que el accidente va a ser investigado "de una forma rigurosa" por la agrupación de tráfico de la Guardia Civil. El presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA), Francisco Canes, ha anunciado que pedirá a la Fiscalía que solicite prisión provisional para este conductor.

A consecuencia del siniestro perdieron la vida nueve personas, entre ellas una niña de 7 años, y resultaron heridas otras 38, de las que 18 permanecen en centros hospitalarios.

Estado crítico

Entre los heridos se encuentra una mujer, de unos 50 años, en estado crítico que permanece en coma, que aún no ha sido identificada. Los heridos son todos de nacionalidad finlandesa, salvo los conductores del autobús y del todoterreno que presuntamente causó el accidente, ambos españoles y también ingresados en centros hospitalarios. La hija del conductor del autobús explicó que éste evoluciona bien pero no recuerda nada. Agentes de la Policía de Finlandia han viajado a España para colaborar con la investigación judicial.