La cobertura de los daños que causó el temporal "Ana" el diciembre pasado supuso un desembolso para el Consorcio de Compensación de Seguros de 42 millones de euros, de los cuales más de la mitad, un total de 27, fueron para la comunidad gallega, la más afectada por las tempestades ciclónicas atípicas (TCA). Tan solo los tres últimos temporales "Dirk" (2013, 18,9 millones), "Kurt" (febrero de 2017, 52 millones) y "Ana" suman casi 100 millones de euros con más de 68.500 solicitudes de indemnización por daños en Galicia.

Así lo constató ayer la directora del ente, Flavia Rodríguez-Ponga Salamanca, quien explicó que entre los riesgos extraordinarios se incluyen los temporales cuando el viento supera los 120 kilómetros por hora o cuando confluyen vientos superiores a 96 km/h con precipitaciones de 40 litros por metro cuadrado en una hora. También se incluyen otros fenómenos como terremotos (el de Lorca en 2011, en Murcia, supuso pérdidas por más de 507 millones de euros), inundaciones y embates del mar, erupciones volcánicas o caídas de meteoritos, y riesgos políticos sociales como atentados, rebeliones o motines, entre otros. En total, la institución ha abonado más de 8.900 millones desde 1982 por estos conceptos y tras la entrada en vigor de los nuevos recargos que rebajan las primas, el 1 de julio, se estima una reducción global de los ingresos de la institución en un 13 por ciento. "No es una cuestión de seguir aumentando las reservas indefinidamente. Si somos más asegurados, se obtienen más ingresos y se pueden bajar las cuotas", explico la directora del CCS, que aseveró que el "concepto solidario" de la institución es único en Europa.

"Están aseguradas el 60 por ciento de las viviendas gallegas", precisó el director de la Fundación Inade (Instituto Atlántico del Seguro), Adolfo Campos Carballo, que recordó que la compensación se realiza en función del capital asegurado, y no del daño. "Si una vivienda vale 100.000 pero se asegura por 20.000, el daño se valora en función del capital asegurado", dijo. También alertó sobre la situación de las empresas, en las que solo el 25% hacen gestión de riesgos. "Hay una parte del patrimonio público que no está asegurado y con las industrias pasa lo mismo. Luego, cuando hay un incendio u otra catástrofe van a llorar a la Xunta para que suelte el dinero", lamentó Campos.

El número de seguros, además, siempre aumenta tras una adversidad. "La ciudad donde hay más seguros es en Bilbao, por las riadas, el porcentaje roza el 90 por ciento", precisó. Las inundaciones de 1983 en País Vasco, Cantabria y Navarra fueron el siniestro más significativo de los pagados por el CCS en toda su historia,con 829 millones y 25.664 reclamaciones. Tras estas, el temporal "Klaus" de 2009 supuso el mayor número de reclamaciones, con 265.236 e indemnizaciones por más de 555 millones de euros.

Fue precisamente a raíz de "Klaus" cuando el CCS firmó un convenio con las aseguradoras para agilizar los trámites para los afectados por temporales, que deben acudir directamente a la institución para agilizar el cobro de las ayudas.