Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gallegos en la cima

Mateo Sánchez López: "De las obras de Picasso aprendí a jugar con la geometría en mis experimentos"

El ingeniero genético ferrolano investiga el funcionamiento del cerebro en la Universidad de Stanford

El investigador Mateo Sánchez, en el campus de la Universidad de Stanford, en Palo Alto.

Decía Ramón y Cajal, padre de la neurociencia moderna, que mientras el cerebro sea un misterio el universo también seguirá siéndolo. Y entre los investigadores de todo el mundo que han tomado su testigo para intentar superar esta gran frontera del conocimiento se encuentra el químico e ingeniero genético Mateo Sánchez (Ferrol, 1985), investigador de la Universidad de Stanford, donde trata de "cartografiar" nuestra mente.

Su trabajo consiste en desarrollar herramientas genéticas que permitan descubrir los circuitos neuronales responsables de cada uno de nuestros comportamientos y también su posterior manipulación para activarlos o desactivarlos. "Conocer cómo funciona nuestro cerebro a nivel neuronal tendrá muchísimas aplicaciones médicas, pero por ahora estamos dando los primeros pasos", comenta Mateo, que confía, sin embargo, en que el objetivo no esté demasiado lejos. "Es difícil predecir cómo avanzará la ciencia, pero quizá podamos lograrlo en 50 años", apunta.

Obama comparó este reto con la carrera espacial y respaldó durante su mandato el proyecto Brain ideado desde la Universidad de Columbia por el español Rafael Yuste. Los resultados de Mateo, que ha empezado a realizar experimentos en ratones y moscas, tratan de dar respuesta a las mismas cuestiones. Y entre las colaboraciones que desarrolla su grupo destaca la de Karl Deisseroth, el padre de la optogenética, una técnica para "apagar " y "encender" el cerebro. "Muy posiblemente recibirá un premio Nobel por ello", confía el neurocientífico gallego.

Aunque se doctoró en Química por la Universidad de Santiago, la genética siempre le atrajo, de hecho, asistió a algunas clases en la Facultad de Biología y completó por su cuenta la formación en este campo. Así que en 2015 se aventuró a mudarse al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para "empezar de cero" en el laboratorio de Alice Ting. "Es una de las personas más inteligentes que he conocido y siempre le estaré agradecido por contratarme. Creo que en España hacer este cambio de ámbito sería casi imposible. En EE UU se fomenta más y se premia esta valentía", compara.

Su jefa, cuya destacada trayectoria ha sido reconocida con varios premios, fichó en 2016 por la Universidad de Stanford y Mateo la acompañó desde Boston a Palo Alto. Trabajar en la tercera y la segunda mejor universidad del mundo según el ranking de Shanghái supone acceso a tecnología puntera, pero también a los mejores expertos de cada campo. "Tienes a tus héroes científicos al alcance de una pregunta. La gente es muy apasionada, accesible, trabajadora y con unos conocimientos enormes. Siempre están dispuestos a abrir nuevos caminos, asumir errores y seguir avanzando", celebra.

Mateo asegura que de haber tenido habilidades para la pintura o la música se habría dedicado a alguna de estas disciplinas -también barajó estudiar Filosofía o ser militar como buena parte de su familia-, pero la ciencia acabó por imponerse. Aunque ésta también tiene vínculos con el arte. "Picasso colocaba un ojo fuera del rostro cuando quería llamar la atención sobre él. Y de sus obras aprendí a jugar en mis experimentos con la geometría, que también en biología tiene un papel fundamental. La ciencia está llena de color y puede ser preciosa", sostiene.

Otra de sus grandes pasiones es la pesca, a la que se aficionó desde crío junto a su padre. "La comida y las playas gallegas son mucho mejores que las californianas", defiende convencido. Su "sueño" es volver algún día aunque es consciente de que las posibilidades escasean: "Aquí se sorprenden de que resulte más fácil ser profesor universitario quedándose en España que después de haber estado en el MIT o en Stanford".

Compartir el artículo

stats