Su experiencia laboral incluye casi cualquier situación extrema que se pueda vivir en un quirófano, una cárcel o un centro psiquiátrico, pero también la tierna vivencia de acompañar a una madre durante el parto o momentos divertidos como los derivados de una radiografía que revela la presencia de objetos inesperados en la anatomía de un paciente. Ni médicos ni técnicos o abogados podrían realizar con éxito su trabajo sin la labor de Amanda Bugarín Palmieri (Vigo, 1990), traductora e intérprete afincada en Austin, la capital de Texas.

"Es un trabajo muy bonito, resulta muy gratificante saber que estás ayudando a alguien. En Urgencias he ido de un parto a una extremaunción y he vivido situaciones muy límite. Los médicos te piden que hables en español a los pacientes que llegan inconscientes porque hasta que no escuchan su idioma no empiezan a reaccionar", relata.

Nacida en una familia de raíces gallegas e ítalo-brasileñas, Amanda siempre tuvo predilección por los idiomas y realizó varios intercambios en su etapa escolar hasta matricularse en la carrera de Traducción e Interpretación en el campus vigués. Consiguió una beca ISEP en 2012 para cursar su último año en la Universidad de Texas en El Paso, ciudad fronteriza donde tuvo sus primeras experiencias profesionales, y ya se quedó en EE UU atraída por las posibilidades laborales, pero también por su cultura musical, el rock'n'roll y sus espacios naturales.

Tras mudarse a Austin, Amanda se incorporó como intérprete de plantilla al hospital universitario Brackenridge, el centro traumatológico más importante de la región central de Texas, y después trabajó para diferentes especialidades en la red de hospitales Seton. Durante estos años también realizó un máster bilingüe en Diplomacia y Relaciones Internacionales y, a principios de 2017, decidía independizarse y crear su propia empresa. "En EE UU hay muchas más facilidades para ser emprendedor. No hay cuotas para los autónomos", celebra.

La joven viguesa, que está a la espera de conseguir su licencia como intérprete judicial, sigue trabajando en el ámbito médico, así como para los departamentos de Protección del Menor y Justicia Criminal de Texas, la Comisión de Servicios Humanitarios y Salud, el Distrito Escolar de Austin y otras instituciones.

Casi el 40% de la población texana tiene raíces latinas y la mayoría de personas para las que traduce son de origen mexicano, pero también de Venezuela, Panamá, Costa Rica o Puerto Rico. "Por ley, todas las instituciones con fondos públicos tienen la obligación de ofrecer servicios lingüísticos y la demanda de español es enorme, tanto en los estados fronterizos como en las dos costas", señala sobre el país que en dos décadas será el segundo del mundo en número de hispanohablantes, según el último anuario del Instituto Cervantes.

Aún así, el papel del traductor e intérprete todavía resulta novedoso y su presencia comenzó a ser destacable en los hospitales a raíz de la muerte de 'la niña Zamora', cuyos padres no entendieron las recomendaciones médicas.

Además de adaptar su español -"cuando llegué no me entendían, cambié mi vocabulario muchísimo"-, Amanda debe estar al día de la legislación y atenerse a estrictos códigos deontológicos. "Tienes que saber dónde situarte tanto psicológica como físicamente. No pueden pensar que estás de su parte, hay que mantener las distancias. En el ámbito judicial te remites estrictamente a interpretar, pero en el médico podemos clarificar situaciones. En la cultura de Centroamérica y Sudamérica están muy presentes el uso de hierbas o ciertas supersticiones que los médicos de Estados Unidos no entienden si te limitas a traducir sin más. Si ves que le van a operar la pierna equivocada también puedes intervenir y en los partos no he podido evitar que me agarren la mano durante las contracciones", relata entre risas.

Y para aguantar este ritmo también es imprescindible el equilibrio interior. "Tienes que estar tú bien para poder estarlo con las otras personas. Es importante desahogarse. A mí me relaja practicar tiro", comenta Amanda, que también disfruta de su tiempo libre restaurando coches en el garaje con su pareja, Carson, o escapándose con él y sus dos perros a disfrutar de la naturaleza.

Sobre las políticas migratorias y sanitarias del presidente Trump, matiza la visión que percibe en sus visitas a España: "Obama fue el presidente que más emigrantes deportó y su sistema sanitario elevó los precios de los seguros más de un 100% y provocó ERE masivos en los hospitales".