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Las cartas entre Albert Camus y la 'princesa' de Galicia ven la luz

Las misivas de 1944 a 1959 recogen su amor pero también críticas de María Casares a la colectividad gallega en América

portada del libro. // Gallimard

"La Princesa de Galicia perdida en la casa de los Vikingos y los Sajones tiene todos mis pensamientos y todo mi corazón". Quien escribía estas letras el viernes 20 de abril de 1956 era Albert Camus, el escritor francés Premio Nobel que durante doce años de su vida se carteó con su amante y confesora la actriz gallega María Casares, la dama del teatro francés y el cine.

Ahora, las cartas de su amor han sido publicadas en Francia por la editorial Gallimard. En ellas, se escurren los días y meses entre 1944 y 1959. Las misivas son el testimonio de un amor que ha pervivido más allá de la muerte. Las cartas son también un testigo del mundo y la historia que vivieron, del trabajo artístico que realizaron. Además, para el público gallego suponen una confirmación más del amor que Casares profesó por Galicia, su Galicia, desde la infancia hasta su muerte y de cómo transmitió a Camus esa adoración.

Galicia aparece nombrada en varias ocasiones. Un ejemplo es la carta de María a su amado el 19 de diciembre de 1952 cuando señala que al menos está "sólidamente instalada en el mismo corazón de las oraciones melancólicas de mi Galicia".

Pero, sin duda, es en la larga epístola del 9 de septiembre de 1957, fechada en Río -durante la gira de María Casares por América- cuando la actriz coruñesa se sinceriza sobre sus paisanos. "Oh, querido, cuando pienso que en Buenos Aires toda la colonia gallega -más poblada que la propia Galicia- me esperaba con impaciencia, tengo vértigo".

En el párrafo siguiente María Casares presenta una dura crítica a los compatriotas gallegos en Buenos Aires: "Comienzo a comprender la irritación de mi padre con sus correligionarios, esos imbéciles que a mil millas de su patria te osan decir que ellos luchan por la autonomía de Galicia; estos c (la letra c en francés podría significar la abreviación de cons, tontos) ... que cuando tú hablas español, fingen que no te comprenden". Casares añade que ha intentado calmarse, callarse... pero que la confesión de algunas de sus ideas ha hecho estallar una "tormenta" entre algunos anfitriones. También explica que la tratan "como su hija" y que quienes la han recibido "son masones y continúan creyendo que mi padre es seriamente masón y que yo soy una pequeña masona". Las cartas muestran la transparencia de María Casares ante su amado, esa transparencia que él tanto amó.

El libro, ha sido editado por Béatrice Vaillant, que ha transcrito y datado las cartas a petición de su amiga Catherine Camus, hija del genio literario con la única esposa oficial que tuvo en vida y que engañó con Casares y otras mujeres, según las últimas publicaciones de la prensa francesa.

Catherine, en la introducción, da las "gracias a los dos (Camus y María) porque sus cartas hacen que la tierra sea más amplia; el espacio más luminoso, el aire más ligero simplemente porque ellos han existido".

La obra epistolar también recoge cómo María cuidaba de su padre,, tuberculoso, Santiago Casares Quiroga, ministro de la República exiliado en Francia. En una carta de julio de 1948, describe que su padre no va a mejor, que tiene 38 de fiebre todas las noches. "Conserva una moral serena. Yo hago lo mismo", aunque reconoce que a veces la "inquietud" la atrapa. "No te quiero decir adiós. Eso haría una separación y yo no quiero que no la haya jamás". En enero de 1960, Camus fallecía.

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