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José Manuel Acosta: "Hemos documentado un campamento romano sobre el Miño y otro en A Estrada"

"Investigar estas estructuras podría responder a por qué se abandonaron los castros"

José Manuel Acosta.

La presencia de los romanos en la Península Ibérica y Galicia sigue en un túnel del tiempo de incógnitas sin respuesta. Desde el colectivo de estudiosos y arqueólogos romanarmy.eu, ansían arrojar luz. Su labor consiste en localizar y estudiar campamentos militares romanos en la Gallaecia. Estos días, acaban de iniciar una campaña en A Fonsagrada (Lugo), donde localizaron uno de los campamentos de mayor tamaño de la comunidad. El director de la actuación es el cambadés José Manuel Acosta.

- ¿De cuántos campamentos hablamos en Galicia?

-Era sospechoso que, en Galicia, no se tuviera conocimiento de este tipo de campamentos y sí en otras zonas del noroeste peninsular. Desde Asturias, empezamos a analizar y en la zona oriental con Asturias hemos encontrado algunos, así como en la provincia de Ourense. Tirando hacia Pontevedra y A Coruña, están comenzando a aparecer cosas. A día de hoy, que estén catalogados y notificados, tenemos una decena de campamentos descubiertos en los últimos tres años.

- ¿Qué tipo de asentamientos han localizado?

-Hay una gran diversidad de sitios. Por un lado, se encuentran los campamentos rectangulares grandes en forma de naipe, con esquinas redondeadas con un tamaño entre las dos y 14 hectáreas. Los de dos hectáreas acantonarían a unos 1.000 hombres y los más grandes, aproximadamente, podría acoger entre 5.000 y 8.000. También hay otros más pequeños que son como castillos, pero que no tienen nada que ver con los castillos medievales. Son fortificaciones para destacamentos, como puestos territoriales para controlar zonas, quizás con función policial. Uno de este estilo lo excavamos el año pasado en Verín. Este de A Fonsagrada son 10 hectáreas y media y podría acoger a unos 5.000 hombres.

- ¿Qué información aportarán al estudio de la historia?

-Entre finales del siglo I antes de Cristo y mediados del I después de Cristo, en ese momento, se está cambiando el paisaje gallego, asturiano y leonés con la llegada de los romanos y la explotación de las minas, por ejemplo. Se construyen nuevas ciudades, pueblos, infraestructuras... Hay que saber hasta qué punto el ejército participó en esa política de "paz" o si antes hubo una política de guerra. Estos campamentos militares podría explicar por qué se abandonaron los castros o cómo actuaron los destacamentos si como cobradores de tributos, como policía o solo como ejército. Son debates que se abren ahora.

- ¿Qué pistas tienen de estos campamentos en Pontevedra?

-Ahora mismo, la provincia de Pontevedra es el gran reto que tenemos para el futuro. Tenemos documentado en el Miño, en zona portuguesa, uno y otro en A Estrada. El problema en Pontevedra es que hay mucho minifundismo. Diferenciar una estructura arqueológica de una antigua parcela puede ser muy complicado. Hay más depresión demográfica sobre el territorio. En general, la conservación del patrimonio arqueológico en la provincia de Pontevedra es más complicada porque hay más gente y construcciones.

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