Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Día Mundial de la demencia

Los malos hábitos de vida y los traumas intervienen en el desarrollo del alzhéimer

El investigador del Chuvi Agís-Balboa destaca los beneficios preventivos de una vida activa física y mental - "Nuestras acciones pueden afectar a nuestros hijos", advierte

Una modalidad cada vez más frecuente: El TSXG recuerda que el pago con tarjeta es "uno de los medios de mayor utilización actual" por parte de los compradores.

La comida, el deporte, la lectura... todas las acciones del día a día repercuten en lo que somos, en cómo se expresan nuestros genes. Estos hábitos de vida son uno de los factores influyentes en el desarrollo de enfermedades, también en la de Alzheimer. Para explicar este proceso y cómo nuestras decisiones pueden influir también en la salud nuestros hijos, el doctor Carlos Roberto Agís-Balboa, científico del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, ofrece la charla El ambiente y los traumas en el alzhéimer. ¿Qué nos dice la investigación? (Auditorio Municipal del Areal de Vigo, 19.30h) en el marco de los actos que Afaga celebra con motivo del Día Mundial del Alzhéimer.

En la mayoría de los casos la aparición de la enfermedad es esporádica, es decir, no viene determinada por factores genéticos, sino que aparece asociada a la edad y a las circunstancias ambientales. "Hay un ambiente que es el que nos rodea y varios estudios hablan de cómo los metales o los pesticidas pueden afectar a su aparición, pero además está nuestro propio entorno, el de los hábitos de vida", explica Agís-Balboa, experto en epigenética, ciencia que estudia cómo ese entorno influye en la expresión de los genes.

"Para el alzhéimer no hay cura, es una grave enfermedad neurodegenerativa que hasta que no muestra signos, hasta que alguien va perdiendo memoria, no se diagnostica, pero la parte preclínica o asintomática pudo empezar 20 o 30 años", apunta el doctor. Por eso recalca que es muy importante "tener desde jóvenes" unos hábitos de vida saludables y no "esperar a ser mayores".

Además de cuidar la dieta, el experto destaca la gran cantidad de indicios que relacionan el deporte con la prevención. "Bailar, correr, lo que sea; pero no solo, lo ideal es vivir en lo que se llama un ambiente enriquecido", añade. El cerebro debe estar activo, ejercitar las conexiones neuronales a través, por ejemplo, de juegos de mesa, lectura y también la vida social. "Charlar, recordar anécdotas, toda esta sociabilización ayuda mucho", dice el doctor.

Además, estudios con ratones han demostrado que un ambiente enriquecido no solo mantiene activo el cerebro del individuo, sino que mejora la capacidad cognitiva de su descendencia. Lo mismo parece ocurrir con los humanos, para bien y para mal. Como argumenta Agís-Balboa "las decisiones que tomaron nuestros abuelos nos influyen a nosotros y lo que hagamos nosotros también lo puede hacer en nuestros hijos y nietos". Lo bueno es que, con actividades positivas, se pude revertir la expresión genética.

Otra parte de su intervención estará dedica a la influencia de los traumas. Las últimas investigaciones han revelado que aquellas personas que atraviesan una situación que les provoca estrés postraumático son más proclives a desarrollar la enfermedad.

"Estas investigaciones solo son un camino, abren posibilidades, pero no se puede hacer nada sin inversión, si un pacto por la ciencia", reclama el investigador, que pasó 12 años en el extranjero. Y añade: "El alzhéimer es una epidemia mundial que empeora por momentos, y no estamos poniendo todos medios disponibles para intentar pararla".

C.R. AGÍS-BLABOA - Investigador Deliisgs

"Podemos prevenir la enfermedad cuidándonos desde jóvenes"

Compartir el artículo

stats