El comportamiento "ejemplar" de unos bañistas gallegos ha permitido salvar a un ejemplar adulto de delfín varado en la costa y con importantes lesiones. La actitud y reacción de esa familia de turistas náuticos en Galicia contrasta con noticias como la muerte de una cría de delfín en Almería, tras sufrir el acoso de los bañistas -y sus fotos de móvil-, hace solo unos días.

Los hechos ocurrieron en una zona de acantilados de Ares, entre las playas de Miranda y Barrosa. Se daban todas las circunstancias para que se fraguase la tragedia: lo inaccesible del lugar en el que estaba varado el delfín, el tamaño del cetáceo -era un ejemplar adulto de más de dos metros y más de cien kilos-, coincidir en domingo, la falta de barcos... y la distancia de unidades para atenderlo. Pero la atención de la familia, que inició el rescate desde su propia embarcación, resultó crucial.

Desde la Coordinadora para o estudo dos mamíferos mariños (CEMMA) explican que a través de un convenio con el 112 fueron avisados y salieron una técnica veterinaria y la unidad móvil, tanto de A Coruña como del centro de coordinación de Nigrán.

Mientras, los bañistas siguieron las instrucciones telefónicas para desentumecerlo -llevaba más de seis horas varado- y devolverlo al mar. Tras casi dos horas de asistencia, el 'golfiño' fue reintroducido a medio kilómetro de la costa, con CEMMA vigilando que no volviese a golpearse en la ría.