Uno de cada cinco países en los últimos cuatro años ha sido objeto de ataques de islamistas radicales, según apuntó ayer Javier Menéndez quien admitió que se desconoce cuál es el límite de lo que está aconteciendo.

Asimismo, añadió que el nacimiento del hiperextremismo islámico tiene su correlación con el surgir del Daesh, "mal llamado Estado Islámico porque ni es Islámico ni es un estado". Menéndez ofreció datos sobre cómo se nutre y funciona este grupo terrorista apuntando que su principal financiación en Siria fue a través de los pozos petrolíferos aunque también consiguieron importantes sumas de dinero de secuestros y controlando el tráfico de mercancías. En Irak, derrotaron al gobierno "que huyó dejándoles reservas de dinero y material bélico así como reservas petrolíferas que fueron financiadas para formar su ejército".

Actualmente, una de las principales amenazas de cara al futuro es que el Daesh está muy interesado en la formación de los niños pequeños. "En países como Pakistán, forman a los niños gratis desde los cuatro años hasta los 20 en el islamismo más radical. Allí, hay más de 10.000 escuelas de formación coránica financiadas en su mayor parte por Arabia Saudí", señaló.

"Tienen -añadió el director de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada- interés en que esto siga por generaciones. ¿Cómo vamos a acabar con el extremismo islámico si continuamente están saliendo niños y jóvenes dispuestos a ser mártires y entregar su vida? Es un fenómeno de gran preocupación y el problema no lo vamos a tener solo ahora. Aunque el Daesh sea derrotado en Siria o Irak, lo oiremos durante muchos años. Nuestros hijos y nuestros nietos seguirán oyendo sobre el Daesh, aunque ojalá me equivoque. Es un fenómeno peligrosísimo".