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María Gallay: "Las cosas son solo cosas, no deberíamos darles nunca prioridad"

La organizadora profesional anima a crear sistemas funcionales en el hogar para simplificar nuestras vidas - "El cambio solo nos traerá beneficios; es una liberación"

María Gallay (derecha) fue presentada por la periodista Iria Carregal. // Ricardo Grobas

"Las cosas son solo cosas y no deberíamos darles nunca prioridad en nuestras vidas". Así, de esta forma sencilla pero muy clara, lo aconsejó ayer la primera organizadora profesional de España, María Gallay, en la charla que ofreció en el Club Faro de Vigo. Presentada por la periodista Iria Carregal y ante un público que llenó totalmente la sala, la autora del libro "El poder del orden" fue desgranando las ventajas que tiene el aprender a ser organizado, de aprender a decir no a muchas de las cosas que nos ofrecen, y el placer de, cuando las cosas están bien organizadas, poder dedicar más tiempo a disfrutar, "el cambio solo nos traerá beneficios; es una liberación", aseguró.

Gallay, presidenta de la Asociación de Organizadores Profesionales de España, convirtió su don y su pasión en su profesión y ahora ayuda a otras personas para las que el orden es una pesadilla a crear sistemas funcionales que simplifiquen sus vidas. "Lo primero que hay que tener en cuenta es que la organización y el orden son términos diferentes y subjetivos, que dependen de la persona y las circunstancias en que se encuentre. Sin embargo, ambos tienen un mismo objetivo: simplificar nuestro día a día", destacó. La organizadora apostó por la necesidad de encontrar "un sistema que funcione para cada persona y su estilo de vida, pero teniendo siempre en cuenta el respeto hacia las personas con las que convivimos", recordó, al tiempo que bromeó sobre las dificultades que la falta de orden pueden crear entre las parejas: "Yo he tenido ya tres, así que se lo complicado que puede ser cuando uno tiene una visión del orden muy diferente de la del otro", dijo.

Así, Gallay advirtió que la organización y el orden de los espacios de una forma coherente "van unidos a la organización de los tiempos y las rutinas y al final repercute en una simplificación en nuestro tiempo y nuestra vida y el orden se mantiene casi por sí solo", asegura.

A la hora de organizar, la experta se basa en el el método japonés de las 5S: Seire (Organización): identifico los objetos necesarios y aparto el resto. Seiton (Orden): elijo el sitio ideal y lógico para cada objeto. Seiso (Limpieza): suprimo cualquier foco de caos o suciedad. Seiketsu (Sistematización): decido las normas necesarias para el mantenimiento y Shitsuke (Mantenimiento): propongo el sistema de orden a la persona encargada.

A la hora de ponernos a reorganizar un espacio caótico recuerda una máxima: "El espacio es finito". De esta forma aconseja como primer paso "desprendernos de todas aquellas cosas que realmente no necesitamos; aunque algunas tengan un valor sentimental; no hay que perder la perspectiva de que son eso, simplemente cosas, y que no van a hacer que esa persona regrese o que volvamos a un tiempo pasado mejor", insistió.

"Todos tenemos debilidad por un color o por una hechura pero solemos acumular y no tirar las prendas que ya no utilizamos; hay que elegir con sentido común lo que realmente usamos, lo que ya está amortizado o no nos va, sobra", indicó.

Tras deshacernos de las cosas que no necesitamos, "que es la parte más difícil", Gallay aconseja comenzar a ordenarlas de una forma lógica y, sobre todo, "buscando nuestra mayor comodidad para el día a día". "Debemos elegir un sitio cómodo para cada cosa, que lo que vayamos a guardar quepa bien y no haga falta mover nada para alcanzarlo, que sea accesible para todos", apuntó. "Los objetos hay que guardarlas en sitios que sean obvios para todos, así nos aseguramos que vuelvas casi solos a su lugar".

La experta puso un ejemplo claro con el que todos los presentes se sintieron identificados. "Hay que tomarse un tiempo para pensar si necesitamos introducir algunos elementos en casa para prevenir el caos: si cada día entramos en casa con el correo, tendrá que haber en el recibidor un lugar en el que depositarlo antes de archivarlo. Tiene que haber un lugar para colgar los bolsos y las mochilas de los niños o se quedarán tirados en el suelo... y esa estrategia sirve para todo", continuó.

Y, sobre todo, antes de enfrentarse a la organización de un espacio, la profesional aconseja "tener una actitud positiva": "Una mudanza puede ser un momento ideal para decidir qué cosas son las que realmente necesito. Hay que pensar en lo mucho que vamos a agradecer luego el resultado, el disfrutar del nuevo espacio, y premiarmos tras tomar la decisión de desprendernos de objetos a los que habíamos cogido cariño", concluyó.

"A los niños hay que enseñarles a ordenar sus cosas; cuanto antes mejor"

  • María Gallay lamentó que el peso de la organización de los hogares, sobre todo en los que hay niños, "sigue recayendo sobre las mujeres". "Tenemos que aprender a descentralizar, que cada uno aprenda a llevar el orden de sus cosas y, para lograrlo, la única manera es enseñar a los niños desde muy pequeños a hacerlo y, por supuesto, no hacérselo nosotras porque entonces dejarán de intentarlo". De este modo, la organizadora profesional ofreció algunos consejos prácticos como "poner un cesto de la ropa sucia en cada cuarto y que sean los hijos los que lleven su ropa a la lavadora cuando están llenos y, ¿por qué no? en cuanto son un poco más mayores, enseñarles a ponerla, a tender su ropa y a recogerla", describió. Del mismo modo, "hay que tener en cuenta que si queremos que los niños dejen colocados sus libros o sus juguetes debemos proporcionarles espacios a su altura para que puedan hacerlo sin problemas".Donar, regalar y tirarEn el tema de los juguetes infantiles, Gallay aconseja "observar a los niños y ver realmente cuáles son con los que juegan; ir cambiando de sitio los juguetes para asegurarnos y aprender a donar, regalar o tirar aquellos que ya no nos sirven". "Lo realmente importante es que los niños tengan espacio para jugar y para hacer los deberes y a veces no nos damos cuenta de que con tantas cosas no lo tienen", advirtió.Y llegar hasta el final del proceso: "Una vez que hemos hecho las bolsas con cosas para tirar no pueden quedarse en el recibidor o el maletero en un limbo; tienen que salir de casa ese mismo día y no permitirnos el revisarlas 'por si acaso'. Céntrate en lo que te quedas".

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