El rodaje de "The misandrist" duró diez días, diez días frenéticos durante los cuales el equipo de Bruce LaBruce apenas salió de la casa donde se desarrolla la trama de la película. Sonia Balado los recuerda como días de mucho trabajo, largas jornadas que comenzaban al amanecer y se prolongaban hasta bien entrada la noche. Pero también como emocionantes e intensas.

"Rodamos en una casa, donde estábamos metidos de siete de la mañana a once de la noche. Visto así asusta un poco y es agotador, pero es verdad que se echa de menos", afirma.

Trabajar con LaBruce también fue un lujo, asegura. "Es una persona muy introspectiva y especial, que sabe muy bien lo que quiere. A nosotros no nos decía nada de nuestro trabajo. Tuvimos mucha libertad para trabajar", comenta.