Francesc Torralba se preguntó a sí mismo, ante el auditorio del Club Faro, si realmente era necesario un texto para aprender a decir no y su respuesta fue un sí rotundo. "Sí porque a mis 49 años observo que me resulta muy difícil decir no, principalmente por las cuatro razones que esgrimí antes. Decir no es uno de los artes más difíciles. Decir no es tener muy claro a lo que tengo quedecir sí", insistió el filósofo, que abogó por la práctica del discernirmiento

"El ejercicio de la libertad personal, la construcción de la propia biografía requiere de un verbo que es muy poderoso en ética: discernir, que es esa capacidad de separar, de tomar deciciones previa deliberación. La deliberación es un arte. Cuando tomamos una decisión donde necesariamente tenemos que decir sí o no, sí me caso o no me caso, sí a este trabajo o no, sí voy a tener un hijo o no... cuando uno tiene que tomar una decisión importante en su vida es básico el proceso preliminar de deliberación, es decir, sopesar y de anticipar futuros", explicó.

Según Torralba, este proceso es fundamental para poder asumir responsabilidadades o no. "También tenemos que tener la humildad de decir no si no estamos preparados para el puesto que se nos ofrece o no podermos hacer una cosa. Muchas veces, detrás de decir sí a todo lo que hay que arrogancia, vanidad, pecado capital", añadió.

Aseguró que a veces detrás de decir no se esconde el miedo a fracasar ante una situación nueva sobre la que nunca puede haber evidencias de que funcione. Y frente a esta postura pusilánime de quien teme arriesgarse, el filósofo situó la del temerario, el que se atreve a decir sí a todo, y que al final se rompe él "y todo lo que toca", advirtió.