La Pinacoteca Municipal Francisco Fernández del Riego presentó ayer la exposición "Circa 70. Lírica e deformación no cambio de era", comisariada por el director del museo Quiñones de León, José Ballesta de Diego. La muestra reúne obras de una serie de artistas gallegos que han trabajado principalmente en la Comunidad y en especial en Vigo, en los años 70, practicando todos ellos un lenguaje figurativo.

Algunos de estos autores se encuentran al final de su vida, como el vigués José Frau, verdadero protagonista de la exposición al presentarse una muestra casi completa de su obra en los fondos del museo municipal. Otros, por el contrario, se encuentran en el despegue de su carrera, como el goianés Xavier Pousa o Antón Abreu, vigués que por entonces recién regresaba de la emigración argentina.

Casi todos estos artistas atraviesan en el momento de producción de las obras ese complejo cambio de era que supuso el tardofranquismo, cuando se están produciendo los últimos coletazos de la larga dictadura y ya se puede divisar la llegada de una nueva realidad política.

Frente a la implantación progresiva de la abstracción en el arte del momento, todos los autores reunidos en la muestra persisten en el común denominador de trabajar con un lenguaje figurativo, decantado hacia un expresionismo lleno de lirismo, casi ingenuo y naif, como es el caso de Sevillano, Vidal Souto o Mercedes Ruibal; o por otro lado, hacia una angustiosa despersonalización y deformación, como es el caso de los hombres sin rostro de Sucasas o los muñecos deformes de Pérez Bellas.

Muy interesante en esta línea de expresión es el trabajo de Conde Corbal. Por vez primera se presentará en esta exposición su serie completa de aguatintas, de finales de los años 60, inspirada en su admirado Valle Inclán. Gracias a un impecable dominio de la técnica, el pintor lleva a violentos trazos episodios escogidos de algunas de sus obras de ambiente gallego del dramaturgo.

En las obras de los ourensanos Antonio Quesada y Virxilio Fernández Cañedo, ambos asociados al grupo de "Os Artistiñas", la figura humana desaparece, o si aparece lo hace por alusión. Quesada realiza en estos primeros años de la década de los 70 algunas de sus mejores y más emblemáticas obras, trascendiendo a mera representación naturalista del paisaje para convertirla en vehículo de expresión personal con un magnífico dominio de la técnica pictórica.

La exposición permanecerá abierta hasta septiembre de 2017.