Sara Rodríguez Pérez es pedagoga y sexóloga. En este ámbito ha analizado el maltrato entre los jóvenes y la influencia de las nuevas tecnologías en estos comportamientos. Su ambición es conseguir que en los centros educativos se trabaje la educación sexual desde Primaria para ayudar a reducir y, por qué no, aspirar a erradicar la violencia machista cuando los niños se convierten en adolescentes y en adultos.
- ¿Eso es la educación sexual?
- Desde la sexología, cuando hablamos de intervenir en educación sexual hablamos de qué es ser hombre y qué es ser mujer, pero no desde una óptica excluyente, sino como personas únicas y que cada cual pueda expresarse de la forma que le haga sentirse más a gusto. Como persona cada uno tiene sus deseos, su conducta, sus peculiaridades. Por ser mujer o ser hombre no te tienen que gustar unas determinadas cosas. Se trata de entendimiento, y de romper con los mitos y los estereotipos. La educación sexual no es solo explicar la anticoncepción y las enfermedades de transmisión sexual. Cuando hablamos de sexo no se trata sólo de lo que se hace con los órganos genitales.
- ¿Cuál es su objetivo cuando se enfrenta a una clase de jóvenes para hablarles de sexualidad?
- Enseñarles a poner límites, a que cada uno de ellos distinga cuáles son sus síes y sus noes y que aprendan a respetarlos ellos mismos y que su pareja también los respete. Si se trabaja con esto, se es capaz de identificar cuándo se produce el maltrato.
- ¿Desde los primeros síntomas, como el control?
- Socialmente está admitido que cuando tienes pareja quiera saber dónde estás, con quién, cuándo... Si tú tienes claro que tienes derecho a moverte libremente, es más fácil identificar cuándo tu pareja supera los límites. Hay esa parte de libertad y de límites que son de uno mismo y hay que enseñarles a acabar con los mitos.
- ¿Por ejemplo?
- Las chicas asumen que los chicos siempre tienen que tener ganas de mantener relaciones sexuales, y si eso no ocurre, ellas se sienten poco deseadas y les presionan. Eso tiene que ver con el mito de cómo tiene que ser el deseo masculino.
- ¿Y la violencia sexual de ellos sobre ellas?
- Sobre todo existe la coerción sexual, por ejemplo para realizar determinadas prácticas que suelen consistir en reproducir el porno, sin plantearse si a la otra persona le gusta o no, o si lo practica por el miedo a la ruptura.
- Hablamos ya de adolescentes mayores.
- Con 13 y 14 años ya se puede empezar a mantener relaciones sexuales y eróticas. Los sexólogos queremos hacer entender a los jóvenes que uno se puede acercar a la otra persona sin invadir su intimidad.
- Está hablando de edades muy tempranas.
- Cada vez desciende más la edad en la que se mantiene la primera relación sexual con penetración. Según la Sociedad Española de Contracepción, ya se ha adelantado a los 15 años y medio. Eso es porque el modelo que tienen son las relaciones porno. Es lo que ven en las redes sociales, y no que existe la relación erótica como un todo.
- ¿Y cómo se traslada esto para llegar al maltrato?
- Con la manipulación. Se presiona a la chica con frases como "nadie te va a querer más que yo", "tus amigas no te quieren bien porque no quieren que estés conmigo", y las amenazas de que va a dejarla.
- Y eso es importante para ellas.
- Es que están en una edad en que socialmente todos quieren tener pareja. Para ellos es importante y cuanto todo el grupo de amigos tiene pareja, pues no se cuenta lo mal que va la relación porque lo que prima es identificarse y ser como los demás.
- ¿Se avanza así hacia la agresión física?
- Se llegaría cuando ya hay un enfrentamiento verbal y ella se planta. No se trata de que él le pegue una paliza, puede ser un tortazo, lanzarle un objeto con el que le puede hacer daño o simplemente sujetarla aunque diga que es para calmarla, pero en realidad la está inmovilizando.
- Las redes sociales complican aún más la situación.
- Es una de las facetas que debemos abordar. Ellos no buscan información en páginas oficiales, no entran en el Ministerio de Sanidad. Así que la información que obtienen es poco realista.
- ¿Qué papel juegan las familias, los padres?
- Depende de la relación. Una dificultad añadida es que los padres tampoco saben cómo afrontar esos cambios, esa evolución. Si en la familia no se ha creado el vínculo de empatizar con los hijos desde pequeños, de mostrarse cercanos, de hablar de las cosas con naturalidad desde los 8 o los 9 años, cuando los niños llegan a los 14 no lo harán.
- ¿A qué edad se tendría que empezar a trabajar en educación sexual?
- En los países nórdicos empiezan ya en Educación Infantil. En Primaria se trabaja la empatía, la cooperación, la expresión de las emociones. Y en Secundaria se puede empezar a hablar de los cambios físicos, de la menstruación, de lo que significa el deseo... De lo que van a vivir y no se atreven a hablar en casa.
