Calor. Mucho calor. Pero en las zonas costeras un poco menos de lo que los meteorólogos auguraban el lunes. El martes quedará registrado en los anales de las temperaturas en muchos puntos de Galicia como el día de septiembre más caliente desde que hay registro. Pero el bajón de temperaturas ya se va a notar hoy, con bajadas de 10 grados que continuarán también mañana.

La localidad pontevedresa de Arbo fue el punto más caliente de la comunidad, al alcanzar los 42 grados. Muy de cerca le siguieron numerosas localizaciones de la provincia de Pontevedra como Tui, con 40,1º y Salceda, con 39,4º y Lalín, con 36,6º y otros de Ourense como la propia capital, que llegó a los 41,6º - superando aquel 41,1º del 5 de septiembre de 2006- y las localidades de Ribas de Sil y Leiro, que llegaron a los 41,9º.

Vigo -donde se esperaban 37º, con lo que se habrían superado los histórico 36º a los que se llegaron en septiembre de 1988- se quedó finalmente (y para alivio de los vigueses) en 33,3º en Vigo centro, aunque en la estación del campus se llegó a los 35º. "Las zonas pegadas al mar no alcanzaron las temperaturas previstas, aunque hizo igualmente mucho calor para esta época del año", comentaba María Souto, predictora de Meteogalicia. En Pontevedra capital se alcanzaron los 33,9º, en Sanxenxo casi 31º.

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Sin embargo, tal y como apunta su compañero Lino Naranjo "no había más que adentrarse al interior diez kilómetros para encontrarse con temperaturas mucho más altas, como sucedió en Arbo, en Tui o en Salceda, todas ellas con 40º".

Especialmente llamativas resultaron para los expertos las altas temperaturas en lugares en los que es mucho más extraño encontrarlas, como los 39,5º de Santiago (donde también se superó el máximo histórico, que estaba en los 38,4º del año 2006), los 37º de la zona montañosa de A Fonsagrada o los 36º de Vilalba.

En la ciudad de A Coruña tampoco se alcanzaron los 32º que se esperaban. Finalmente, el mercurio ascendió hasta los 27,2 en el centro de la ciudad, mientras que en la Torre de Hércules se quedó tan solo en 22,2 grados, es decir que en el centro tuvieron seis grados menos que en la ciudad olívica. Sin embargo, en el interior de la provincia, sí subieron mucho más las temperaturas, como en Melide, con sus 38,7º y, sobre todo, el concello de Boqueixón, que superó los 40º.

Un respiro al calor

La situación se comienza a templar hoy con la entrada de una pequeña borrasca muy débil, pero lo suficiente para lograr que con el avance del día se vaya retirando el aire cálido. Así, Meteogalicia anuncia cielos poco nublados o despejados en general, con entrada de nieblas costeras por las Rías Baixas, con posibilidad de lluvias débiles en el litoral atlántico extendiéndose hacia el interior, de modo ocasional por la noche. Las temperaturas mínimas ascenderán ligeramente por lo que se espera una madrugada muy cálida, mientras que las máximas descenderán de manera moderada o notable. En Vigo, se quedarán en 28º, en Pontevedra en 26º, en Santiago bajarán diez grados respecto a ayer, quedándose en 29º y en A Coruña tan solo se esperan 23º. Los vientos soplarán flojos del sur en las primeras horas e irán girando a componente oeste.

Durante la jornada del jueves se recuperará la influencia anticiclónica sobre Galicia. Con esta situación, se esperan por la mañana intervalos de nubes con bancos de niebla en zonas de interior, que darán paso a cielos poco nublados o despejados, con algunas nubes de evolución en zonas altas del este. Las temperaturas sufrirán un nuevo descenso, dejando a Vigo tan solo con una máxima de 22º, con lo que desde el martes el descenso será de nada menos que trece grados.

Durante la jornada del viernes se debilita la influencia anticiclónica sobre Galicia aunque, de momento, parece ser que no se sentirán las ansiadas lluvias.