Algunos de los integrantes de DisCamino ya han comenzado a pedalear sin que, por primera vez, su meta sea Santiago de Compostela. La mañana de ayer seis chicos con necesidades especiales en tres triciclos y un niño con síndrome de Down en su bicicleta, acompañados de tres pilotos para los triciclos, pusieron en marcha su nuevo proyecto, que el padre de Maximiliano -uno de los copilotos- califica como una "maravillosa locura": la Vuelta Ciclista a España.
Los participantes comenzaron ayer a las 8:00 horas su primera etapa desde Vigo hasta Ourense, donde hoy comienza la Vuelta oficial. "Tuvimos que cambiar el orden de las dos primeras etapas, porque nos invitaron a hacer con ellos la etapa prólogo saliendo seis horas antes para no coincidir en la carretera". De este modo, los integrantes de DisCamino hoy harán su segunda etapa desde el Balneario de Laias hasta Castrelo de Miño.
Para estos pilotos y copilotos no existe la palabra "imposible", ya que en cada uno de sus DisCaminos se superan todavía más. Después de que algunos de sus integrantes hayan conseguido completar el Camino de Santiago desde Roma en 2014 y una travesía entre Sevilla y Santiago en 2015, los amigos con necesidades especiales ya han comenzado la primera etapa y están dispuestos a superar las 21 etapas de las que consta este recorrido, al igual que los deportistas profesionales.
Las etapas
"Vamos a conseguirlo seguro", afirma Javier Pitillas, el coordinador del equipo, a la vez que añade, "no puedo confirmar que todos los días lleguemos montados en la bici, alomejor algún día llegamos empujándola". Por su parte, el padre de Maxi confirma que "estos chicos no tienen fronteras a la hora de establecer retos y son capaces de muchas cosas siempre que tengan detrás un equipo que los ayude".
Javier es consciente de que "las etapas más duras serán las que acaban en alto como Covadonga, Sierra Aitana o Ézaro, porque los ciclistas llevan una bici que pesa poco y nosotros llevamos un triciclo que pesa 40 kilos". Y dice que la llegada a esta parroquia gallega "va a ser dura", porque tiene grandes pendientes.
El coordinador del equipo cuenta que la idea de emprender este reto surgió el año pasado cuando "a Gerardo, el chico sordo ciego con el que empezó todo esto, se le ocurrió decir que quería dar la Vuelta a España por la costa", pero no le hicieron caso. Posteriormente, "con una monitora de su centro escribió una carta explicando por qué quería hacer este recorrido" y "en ese escrito introdujo una foto de la Vuelta Ciclista a España". Esto fue lo que llevó a los integrantes de DisCamino a replantearse poner este nuevo proyecto en marcha.
A diferencia de la Vuelta oficial en la que participan los equipos profesionales, que dará comienzo hoy, el equipo DisCamino lleva un día de ventaja para no coincidir con los profesionales . Asimismo, buscarán los tramos más directos posibles en lugar de hacer el recorrido en bucles como los ciclistas. "No nos jugamos nada, así que no tenemos que estar pendientes del reloj", señala el coordinador del equipo.
La ilusión que tienen estos chicos es tan grande que puede derribar cualquier obstáculo que se les presente por delante. Y, gracias a la colaboración que DisCamino recibe de numerosas entidades públicas y privadas, los objetivos y los sueños de estas personas con diversidad funcional poco a poco se están haciendo posibles.
