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Inmersión gallega en Vigo

'¿Un color que describa Vigo? Azul'

Un grupo de estudiantes chinos de español apura sus últimos días en la ciudad

El grupo de estudiantes chinos, acompañado de sus profesoras. // Fotos: Marcos Canosa

Saber hablar un idioma no es suficiente hoy en día. Alguien me dijo una vez que complementar tu lengua nativa con otra distinta ya no se trata de un lujo, sino de una necesidad. Conocer más de un lenguaje, te abre cualquier puerta en tu camino. Incluso, te permite observar la cultura de ese país desde otro punto de vista completamente distinto.

No hay trucos para aprender un idioma. De poco sirve ver una película subtitulada o ir a clases particulares si nunca te pones en contacto directo y personal con sus hablantes nativos. 27 estudiantes chinos de español procedentes del centro educativo Estudios Internacionales de Beijing predican con el ejemplo en la ciudad de Vigo, con la ayuda de la escuela Synergy Didactic.

De la casi treintena de aprendices, tengo la oportunidad de charlar con cuatro de ellos. Los 23 restantes no hacen oídos sordos, sino que forman un corrillo y siguen al pie de la letra la conversación. Lin Le Shan, Chen Jianing, Chen Chi Yuan y Ye Zhi Fan, aunque bautizados por sus monitores como Luciana, Agustina, Vicente y Leo, respectivamente, forman parte de la tercera expedición de estudiantes chinos que vienen a la ciudad olívica por tercer año consecutivo para mejorar sus competencias lingüísticas e interculturales.

La primera pregunta que les hago, tiene trampa: de todas las ciudades que hay en España, ¿por qué Vigo para aprender y mejorar el nivel de español de un estudiante chino? Sin embargo, los entrevistados encuentran una respuesta fácil y agradable gracias a sus sorprendentes habilidades expresivas. Es verdad que algunos de ellos provienen con ciertas nociones, pero merece la pena recordar que apenas llevan instalados en nuestras calles tres semanas.

"Es una ciudad muy tranquila, maravillosa. No hay tanta gente como en Madrid o Barcelona, pero es un sitio muy bueno para aprender español. Aquí, podemos practicar mucho. La gente es muy amable. Cada vez que hablamos con vosotros en la calle, contestáis con paciencia. Nos gusta mucho el paisaje, junto al mar, con muchas playas bonitas y la comida, que es muy sabrosa", responde Chen Jianing, de 18 años. A lo que su compañera, Lin Le Shan, un año menor, añade: "Nuestra profesora en China es de Vigo, por lo tanto, fue un motivo muy importante también". "El ambiente y el encuentro con los hispanohablantes es lo que más me gusta", continúa.

Todos afirman estar muy contentos con la experiencia que están viviendo, ya que aprenden el castellano de una manera muy distinta a la que lo hacen en su país de origen. Las clases dentro del aula son mínimas. Es una experiencia funcional. Hacen la compra, reservan una habitación de hotel, un billete de avión... También ejercen de turistas en sitios como Santiago de Compostela y A Coruña, entre otros. Una razón más por la que acudir. "Aquí, las clases no son solo dentro del aula, también afuera. Visitamos muchos lugares. Aprendemos mucho", asiente Agustina.

Ahora, que ya somos todos amigos, me explican qué referencias tenían de la localidad y sus alrededores antes de llegar, y no son pocas. Aprueban con nota. Venían advertidos, sin duda. "Vigo está muy cerca de Portugal, pertenece a Galicia. Es una Comunidad Autónoma un 'poco' religiosa por Santiago de Compostela, donde está la catedral. Hay muchos lugares de interés turístico", explica Chen Chi Yuan, de 19 años. Enfrente, su colega Ye Zhi Fan, también de 19 años, a quien le gusta matizar las diferencias entre donde se hospeda ahora y su lugar de nacimiento. "En Beijing, hay mucho ruido, muchos coches, mucha gente... no me gusta eso. A mí me gusta el Celta de Vigo", declara entre risas. Aunque esas no son las únicas desemejanzas. "A diferencia de China, el día empieza y termina más tarde", argumenta Agustina.

Nuestro encuentro está a punto de acabar, pero no me quiero marchar sin hacerles antes una última cuestión. ¿Qué gran recuerdo vais a tener de vuestra estancia aquí cuando hagáis las maletas el próximo 14 de agosto? Vicente se lanza. "Es la primera vez que visito este país, por eso Vigo significa mucho", expresa. En Agustina, aflora una versión más poética: "Si puedo usar un color para describir Vigo, me parece que es el azul".

A pesar de tener todavía toda la vida por delante, estos ciudadanos chinos ya piensan en su futuro. "Espero poder volver después de retirarme. Esto es muy tranquilo, se vive la vida muy despacio", asegura Leo. "Hemos buscado el precio de las casas para comprarnos una cuando nos jubilemos", concluye con gracia Agustina.

Chen Jianing "Agustina" - Estudiante de 18 años

"Ya hemos buscado casa para la jubilación"

Chen Chi Yuan "Vicente" - Estudiante de 19 años

"Aquí hay muchos lugares de interés"

Ye Zhi Fan "Leo" - Estudiante de 19 años

"Espero poder volver después de retirarme"

Lin Le Shan "Luciana" - Estudiante de 17 años

"Lo mejor es charlar con hispanohablantes"

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