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A la moda pero con seguridad

Especialistas gallegos señalan la importancia que tiene usar gafas de sol homologadas y con todas las garantías

FdV

Con la llega de la época estival, muchos son los que sacan del armario sus prendas más veraniegas, aquellas con las que acuden a las playas o con las que se sientan en las terrazas para refrescarse ante el intenso calor. El complemento estrella de este periodo del año son las gafas de sol, que no entienden de sexos ni de edades. Pero las gafas de sol no solo son una cuestión estética. La salud ocular depende de ellas.

Sin embargo, cerca de un 30% de las gafas de sol vendidas en España proceden del top manta y establecimientos no homologados pero que ofrecen una gran variedad de modelos a precios muy económicos.

No son pocos los problemas que conlleva el mal uso de las gafas de sol. Desde dolores de cabeza, somnolencia, mareos o fatigas, especialmente peligrosos si además se va al volante, hasta cataratas prematuras o lesiones de retina que conllevan una pérdida de visión.

Los especialistas gallegos recomiendan el uso de este complemento durante todo el año y también que se acuda a una óptica, pues es la única manera de asegurarse la calidad certificada del producto. "Las gafas de sol hay que comprarlas en los establecimientos autorizados para ellos, que son los que te aseguran que hayan pasado todos los controles necesarios para que tu ojo esté protegido", señala Jorge Gilino, profesor de la Facultad de Óptica y Optimetría de la Universidad de Santiago de Compostela.

El profesor incide en la peligrosidad que tienen las gafas de sol que se pueden comprar en tiendas no autorizadas o mercadillos "porque no cumplen la normativa y pueden provocar daños irreversibles en la vista".

Sobre cual es el mayor problema que presentan las gafas no homologadas, Jorge Gilino apunta: "Estos productos dejan pasar toda la luz ultravioleta porque no tienen filtro y lo que hacen es matar a las células del ojo". Sobre este apartado también se pronunció Eduardo Eiroa, presidente del Colegio de ópticos de Galicia. "El ojo tiene un mecanismo natural para defenderse de la luz solar, pero una gafa de sol de mala calidad que solo oscurezca hace que entre más luz ultravioleta ya que no la neutraliza al no tener filtros. Ahorrar unos euros puede ser fatal para la visión", advierte.

Pese a que las gafas de sol que han pasado los controles de seguridad mínimos son más caras que las que se venden en comercios no autorizados, los usuarios siguen confiando en los profesionales de las ópticas y el ritmo de ventas no ha bajado este año.

"Vendemos más o menos la misma cantidad de gafas que en los últimos años. La gente sabe que la seguridad es lo primero y acuden a nosotros para que les asesoremos", indican desde una óptica de Visionlab en Vigo.

Por su parte, Santi Morice, de Más Visión, incide en el tema de la seguridad a la hora de elegir la gafa de sol. "Es importante concienciar a los usuarios de que la salud es lo primero y nosotros vemos que son pocos los que se lanzan a comprar productos de mala calidad", dice.

También están de acuerdo en la importancia que tiene proteger a los más pequeños de la radiación solar. "Hay que tener más cuidado con los niños ya que tienen los ojos más transparentes", comenta Eduardo Eiroa. "Los niños no pueden llevar cualquier gafa ya que son mucho más sensibles y necesitan la mejor protección posible para sus ojos", señala el profesor Jorge Gilino.

Así, hay que escoger un cristal de buena calidad óptica que frene los rayos UV. Hay que fijarse que lleven inscrita las letras CE y el nivel de protección (0 al 4). El color de la lente tampoco es un elemento meramente estético. Quienes tienen miopía o padecen cataratas se encuentran más cómodos con cristales marrones, mientras que quienes tienen hipermetropía prefieren los verdes. Las gafas de sol han de utilizarse todo el año, no solo en verano porque siempre estamos expuestos a la radiación solar, en mayor o menor medida.

También hay que cuidarlas para que no pierdan su función protectora. No hay que dejarlas mucho tiempo al sol porque lentes y montura podrían deformarle, lo que afectaría a la visión, y protegerlas para que no se ralle. Lo ideal para esto es mantenerlas dentro de una funda rígida cuando no se estén utilizando.

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