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El tabaco y el alcohol continúan siendo las dos más consumidas en Galicia

La droga nunca es un buen viaje

Experimentar con estas sustancias siempre tiene efectos devastadores por lo que los expertos afirman que decir "no" sigue siendo el único salvoconducto

Varios tipos de drogas, sobre una mesa. // FdV

La fascinación que siente el individuo, especialmente durante su juventud, por lo desconocido, por lo prohibido, por todo aquello que se sale de la norma es, en muchos casos, un acicate para coquetear con las drogas. Y los periodos de mayor ocio y distensión, como lo es el verano, pueden favorecer esta experimentación.

El tabaco y el alcohol continúan siendo las dos más consumidas en Galicia, y en muchos casos, también son la antesala de otras sustancias aún más perniciosas, las drogas de diseño, la cocaína y la heroína. "Quien consume la peor droga, probó primero el tabaco, después el alcohol y así hasta llegar a la cocaína o la heroína", advierte Jesús Cancelo, psicólogo clínico y director de la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga Alborada

Por ello, para evitar esta escalada hacia la pérdida de control, lo mejor es decir "no" a las drogas. Así lo asegura este psicólogo clínico, quien advierte que nada puede predecir para quién ese coqueteo con las drogas se quedará en algo anecdótico y para quién supondrá un antes y un después.

"Aunque cada persona consume por distintas razones, simplificando, podría decirse que hay dos razones. Una es la recreativa, es decir, por intentar nuevas experiencias, satisfacer la curiosidad y pasarlo bien, aunque luego esto se convierta en pasarlo mal. La segunda es por la idea errónea de que las drogas pueden resolver problemas, desde el más sencillo, como facilitar la relación con los demás porque desinhibe, hasta los más complicados, como tener problemas mentales o traumas más severos", explica el especialista.

A las drogas ya conocidas -tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, heroína y drogas sintéticas como las anfetaminas-, se suman cada año cerca de 70 nuevos compuestos, que en muchas ocasiones son difícil de clasificar y cuyos efectos son realmente un misterio, lo que las hace aún más peligrosas. Krokodil, khat, popper, polvo de ángel, jenkem, ketamina y speed son solo algunas de las drogas de diseño que se han ido sumando al mercado y que muchas veces saltan a la palestra por su vinculación con delitos o actos violentos, como la metiendioxipirovalerona (MDPV por sus siglas), más conocida como "la droga caníbal", llamada así porque uno de sus efectos es despertar el instinto animal de morder; y el ácido gammahidroxibutírico (éxtasis líquido), la escopolamina (también conocida como burundanga) y el Rohipnol, tres de las llamadas "drogas de la violación" y que anulan la voluntad de las víctimas.

Cancelo no descarta que en Galicia se consuma drogas de síntesis, aunque asegura que desde los centros públicos de atención al toxicómano no se tiene constancia de ello. "Nuestros informadores son nuestros pacientes y si les preguntas si este tipo de drogas son tan asequibles te dicen que no, aunque también es cierto que luego está internet, donde se venden bajo la apariencia de otros productos. Puede ser un consumo soterrado, que no ha llegado a la clínica ni para tratamiento ni por urgencia por intoxicación", relata. Según especifica, el porcentaje de pacientes que tratan los centros como Alborada en Galicia por drogas de síntesis no supera el 0,20%, mientras que por cocaína es el 38%, heroína el 22%, cannabis 20% y alcohol 18%.

Pero, aunque los hechos asociados a las drogas de diseño resultan muy llamativos, los efectos del consumo de cualquier sustancia estupefaciente es igualmente lesivo, aunque no haga tanto ruido. "Cada droga ejerce un determinado efecto y tiene, por decirlo así, un órgano diana. El de la cocaína, por ejemplo, son el corazón y el cerebro, y puede provocar un ataque al corazón e incluso un ictus. El cannabis provoca problemas pulmonares e incluso es peor que el tabaco y este ya sabemos todos lo que provoca. Los efectos de la heroína más conocidos son la hepatitis C y el sida por intercambio de material, y la sobredosis, que puede ser mortal", resume.

Paradójicamente, la más peligrosa de todas es la socialmente más aceptada: el alcohol, una droga que hace estragos en el adicto y que forma parte de nuestro ocio. "Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la peor droga, la que conlleva más problemas psicológicos, físicos y sociales es el alcohol. Incluso está detrás de muchos actos violentos y casos de violencia de género", afirma el director de Alborada.

La adolescencia es una época de iniciación durante la que el individuo se muestra más abierto a conocer cosas nuevas. Es en esta etapa de la vida en la que se suele iniciar en el consumo de las drogas legales (alcohol y tabaco) y no legales, como el cannabis y las drogas de diseño, especialmente atractivas por su forma y colorido. Determinadas costumbres de ocio, como el botellón, favorecen aún más si cabe la experimentación. "En el caso de los adolescentes, probar la droga tiene que ver con la conducta iniciática. Antiguamente, un adolescente pasaba a la adultez haciendo una proeza. Hoy, algunos creen que fumando, bebiendo o tomando sustancias más fuertes son ya adultos, y desde luego, no creen que les vaya a pasar lo que a otros", explica el psicólogo gallego.

Esta sensación de inmunidad hace que noticias como la de la muerte de un joven y la intoxicación de otros cuatro en Valencia por consumir éxtasis líquido, la semana pasada, no disuadan. "Según los últimos datos, hay menos consumo. Esto es positivo porque quiere decir que la gente comienza a ser consciente de que las drogas entrañan peligro. Nadie lo duda de la cocaína y la heroína, aunque no sucede lo mismo con todas", alerta.

Cancelo se refiere al cannabis. "Quien fuma te podrá decir que sabe que es malo, pero del cannabis probablemente no, y esto se debe al doble mensaje que difunden ciertos colectivos sobre sus beneficios terapéuticos sobre determinadas enfermedades, que nadie pone en duda. Sin embargo, el problema no es ese sino los efectos que puede provocar en un joven, ya que afecta a su mecanismo de aprendizaje. Está comprobado científicamente que quien consume cannabis tiene un peor rendimiento, peor memoria, falta de motivación, etcétera. Y esto es igual con el alcohol", explica Cancelo, quien apuesta por la prevención del consumo con campañas como el "Programa Creative", que desarrolla esta asociación en las zonas del botellón de Vigo, y restringiendo la disponibilidad de estas sustancias. "Cuantas menos drogas haya en la calle, menor riesgo de que se consuman", sostiene.

Jesús Cancelo - Director de Alborada

"La peor droga de todas, la que tiene peores efectos, es el alcohol"

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