La mayor distribuidora de Coca-Cola en el mundo, Femsa, que puede presumir de satisfacer la sed de 351 millones de consumidores, está implementando una nueva organización en todas sus plantas diseñada por un ingeniero forjado en la cantera viguesa. Miguel Calero (Baiona, 1985) trabaja en Ciudad de México para la española Indra como consultor especializado en la cadena de suministro, la secuencia que abarca todos los procesos en una empresa, desde la obtención de la materia prima hasta la entrega del producto al cliente final.
Premio extraordinario fin de carrera, el baionés trabajó como profesor universitario e investigador en el grupo de Organización Industrial del catedrático Carlos Prado hasta que fichó por la multinacional española en 2011 buscando nuevos retos fuera de Galicia. Lo contrataron para la oficina de Barcelona pero conoció a su jefe en el aeropuerto, justo antes de volar hacia México para realizar un estudio sobre previsión de demanda en Femsa.
Tras este primer contacto con la embotelladora, Miguel alternó temporadas entre el país azteca, Barcelona y Madrid, adonde se trasladó desde la capital condal. Durante este tiempo rediseñó el sistema de distribución mundial de Tous, con más de 400 tiendas en 45 países, organizó el transporte de Central Lechera Asturiana en el territorio nacional y planteó un nuevo modelo de distribución de la tabacalera JTI.
Los proyectos con Femsa salieron tan bien que Indra le ofreció incorporarse a la oficina de consultaría de Ciudad de México, donde reside desde el pasado enero, para asumir la reorganización de la embotelladora durante, al menos, el próximo año y medio. "Tiene plantas en 10 países de Latinoamérica y ahora ha comprado la operación de Filipinas para extenderse hacia Asia. Distribuye el 12% de todas las coca-colas que se beben en el mundo", señala.
La nueva planificación incluye todos los conceptos asociados a la industria 4.0. "El internet de las cosas o el BigData ya son una realidad y van a ir a más. Inditex utiliza tecnología RFID para localizar todas sus prendas y Coca-Cola ensaya prototipos de nuevas botellas con impresoras 3D. La revolución será espectacular y hay que estar preparados", sostiene.
Además de estar al tanto de estos avances, su trabajo le exige adaptarse a diferentes actividades de negocio. "Es lo más enriquecedor. Aprendes mucho de cada sector e intentas aplicar los resultados obtenidos a otros. No tiene nada que ver distribuir bebidas, que no son perecederas, con un tráiler de tabaco que puede costar un millón de euros", compara.
Además de profundizar en diferentes sectores, México le da la oportunidad de participar en proyectos de gran envergadura: "Salir y ver cómo funciona el mundo te abre los ojos. El entorno del país es muy dinámico y convives con gente de distintos orígenes y background. Vives la globalización en las reuniones de trabajo. En España encontrarte algo así es mucho más difícil".
Miguel puede presumir de la formación recibida en Vigo. "La mejor escuela aquí es la del Instituto Tecnológico de Monterrey, que es privado, y no hay duda de que la nuestra es igual o superior. El mejor ejemplo es que tengo compañeros trabajando en las empresas europeas más punteras en ingeniería como Siemens o en el equipo de Fórmula 1 de Mercedes. Podemos irnos a cualquier parte del mundo", destaca.
La empresa Indra lleva más de 15 años en México, donde suma dos mil trabajadores. En este periodo, España se ha convertido en la segunda fuente de inversión europea allí y, según los analistas, el interés irá a más. "Ahora mismo Brasil sufre una crisis tremenda mientras México crece de forma estable. En los próximos años será más atractiva y seguramente la economía que más crezca en Latinoamérica".
El ingeniero baionés anima a aprovechar estas perspectivas y seguir sus pasos. Aunque ha asistido a una "mordida" en directo, dice que nunca se ha sentido inseguro: "Lo peor es el tráfico, la contaminación y la cantidad de gente. En el Valle de México viven más de 20 millones de personas. Pero es un país divertido y la gente muy abierta. A pesar de las diferencias culturales coincidimos en que nos gusta la fiesta, el fútbol y comer bien".
