La Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado el internamiento en un psiquiátrico por un máximo de 20 años de la vallisoletana Lorena Gallego, a quien considera culpable de intentar matar a la mujer del periodista Paco González, pero le aplica la eximente completa de responsabilidad penal por sufrir enajenación mental.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Sección 23 de la Audiencia de Madrid condena a su cómplice Ivan Trepiana a 22 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y dos de proposición para el asesinato. Y les impone a ambos acusados una indemnización conjunta a la familia de González de 40.000 euros.

El tribunal considera a Lorena autora de dos delitos de proposición para cometer asesinato, uno de homicidio en grado de tentativa y otro de lesiones con instrumento peligroso.

No obstante, los magistrados absuelven a Lorena de dichos delitos al concurrir la eximente por trastorno mental y ordenan su ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario por un espacio de tiempo no superior a veinte años, a la espera de la evolución de la condenada.

La sentencia establece el internamiento de Lorena Gallego por "la naturaleza duradera de la enfermedad mental" y ante "el elevado riesgo vital que siguen corriendo las víctimas".

Entienden que es necesario protegerlas ya que "no se trata de una patología episódica, sino permanente, constante, encapsulada, que no desaparece, sino que tan sólo con tratamiento adecuado y medicación puede estabilizarse, aunque sin confiar en alcanzar la curación", lo que implica un alto riesgo de peligrosidad.

De hecho, le imponen la prohibición de aproximarse a menos de un kilómetro de la mujer y la hija del periodista deportivo y de comunicarse con ellas por cualquier medio durante otros 20 años.

Obsesión sin barreras

"Lorena Gallego vivía una auténtica y exagerada obsesión: unirse al esposo de su víctima. Y para ello no concebía barreras. Vivía en algo más que una obsesión: en un profundo delirio, habiendo construido una auténtica (para ella) realidad paralela, de tal modo que sus acciones giraban exclusivamente orientadas al enamoramiento alcanzado con respecto a Francisco González", explica la sentencia.

Llegando, añade, "a proponerse un fin tan absurdo desde un punto de vista racional como pensar que eliminando a su esposa, lograría vivir con la persona a quien amaba por encima de todas las cosas".