El ingeniero químico Juan Manuel Lema Rodicio ingresó ayer como académico numerario de la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC). Catedrático de Química de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en el área de Ingeniería Química, Lema Rodicio dirige el grupo de investigación "Ingeniería ambiental y bioprocesos", que trabaja en el estudio y desarrollo de técnicas de tratamiento y recuperación de recursos. El profesor Lema Rodicio es un referente mundial en biotecnología ambiental y fue invitado en el año 2009 por el Gobierno sueco como experto para participar en un grupo de científicos para afrontar el reto del cambio climático. En su conferencia de ingreso en la RAGC, hizo un recorrido por el origen de esta especialidad y esbozó algunas de las investigaciones de su grupo.
-¿Cuáles son las líneas de trabajo del grupo que dirige?
-Hemos trabajado mucho en el tratamiento de aguas industriales: conserveras, fábricas de madera, industrias lácteas..., siempre con interés de resolver problemas de Galicia. Hay una tecnología para la eliminación de nitrógeno que se está aplicando por primera vez en España en una planta de Guillarei (Tui), estamos desarrollando proyectos para el reciclaje de aguas de gran calidad en Murcia y estamos tratando de cuantificar y evitar la presencia de microorganismos contaminantes en el agua, los llamados disruptores endocrinos, capaces de alterar el sexo de los peces. Y también estamos intentando producir plásticos de residuos y aguas residuales.
-¿Cómo ve la salud del planeta?
-Yo soy positivo porque creo que la sociedad está cada vez más comprometida con el medio ambiente. Cada vez se reciclan más residuos urbanos: envases, papel, vidrio... y nos preocupa más la contaminación de un río, independientemente de que vayamos a bañarnos, o el cambio climático, independientemente de que nos vaya a tocar más o menos. A lo largo de la historia, la sociedad ha creado problemas, pero también ha encontrado soluciones. Y creo que ahora vamos por esta línea: tenemos un problema, lo identificamos y tomamos medidas para modificarlo.
-¿Por qué la química se ve solo como causa y nunca como solución del cambio climático?
-Es cierto que la química tiene mala imagen, aunque ha contribuido de una manera extraordinaria al progreso de la humanidad. La mayor contribución que ha hecho la ciencia a la humanidad, mucho más que la penicilina, es la síntesis del amoniaco, que permite que hoy haya 6.000 millones de habitantes en el planeta, y esto nadie lo reconoce ni a nadie le importa, pero no podríamos comer si no existiera el amoniaco. Si hay un cambio en el plantea e porque somos 6.000 millones de habitantes. Si fuéramos 3.000 o 2.000 millones no tendríamos este problema. Pero somos muchos y usamos los recursos de forma indiscriminada.
-¿Y qué papel juega la ingeniería ambiental?
-Nuestro papel es tratar de buscar soluciones compatibles con el medio ambiente, y que mejoren la calidad del tratamiento de residuos y la recuperación de recursos. Por ejemplo, ya se está recuperando fosfato, un bien que se está acabando, del agua residual.
"La calidad de nuestras rías no es la que debiera por los residuos"
- -¿A qué retos se enfrenta la especialidad?-En el ámbito de tratamiento de agua, conseguir una calidad adecuada, con unos consumos energéticos e impactos ambientales mínimos, por ejemplo. Ahora, en Galicia en particular tenemos un problema importante: la contaminación microbiana en las aguas, es decir, seguimos teniendo problemas en las rías, que no tienen la calidad que deberían tener porque los sistemas de tratamiento son insuficientes. En Vigo, por ejemplo, se está tirando toda la porquería directamente a la ría, algo que se arreglará cuando esté la depuradora, que por cierto, va a ser la más moderna de España. Después de tantos años de desastres ahora sí se está haciendo una planta que va a ser un modelo en España, por lo que hay que estar orgullosos.-¿Qué nivel tiene esta especialidad en Galicia?-La Universidad de Santiago lleva diez años entre los cinco primeros puestos en ingeniería ambiental, y en el ranking relacionado con el agua estamos al nivel de Alemania o Inglaterra, lo cual es realmente insólito; tenemos compañías de agua muy eficaces y que están trabajando en todo el mundo. Nosotros también trabajamos con ellas porque tratamos de hace un doble trabajo: científico, aprendiendo cosas nuevas, y aplicándolas. Nosotros fuimos pioneros en tratamiento anaeróbico, una tecnología que ya está establecida, pero en otras como la puesta en marcha de Guillarei apenas hay unas docenas en todo el mundo, y plantas de sistema de eliminación de microcontaminantes somos de los primeros en desarrollarla en Europa.
