El Rey apostó ayer por hacer llegar "a todos los que ríen y los que lloran" la palabra "cargada de libertad y de diálogo abierto al servicio del hombre" de Miguel de Cervantes, en la víspera de la entrega del premio literario que lleva su nombre.

En el 400 aniversario de la muerte del escritor, don Felipe, acompañado de la Reina Letizia, presidió el almuerzo con el mundo de las letras en el Palacio Real, que sirve de solemne preámbulo a la entrega del Cervantes, cada 23 de abril, en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

El galardonado, el escritor mexicano Fernando del Paso, escuchó al Monarca junto a un centenar de comensales congregados en el Palacio de Oriente, entre ellos una destacada representación de cervantistas de ambos lados de Atlántico, y dos premiados anteriores, el chileno Jorge Edwards y el español Antonio Gamoneda.

En el brindis, el Rey remarcó que desde su primera novela Del Paso ha tejido "realidades históricas, sueños, mitos, tradiciones prehispánicas y ecos de la literatura universal" en un discurso literario que la crítica ha calificado de "monolítico fluvial" y "lleno de meandros, como el Quijote".

Sus palabras ensalzaron los valores de la obra universal de Cervantes, del que recordó que el poeta Blas de Otero dijo "escribe como los ángeles y responde como los hombres", mientras que Dostoiesvki calificaba su más famosa novela como "la más grande expresión del pensamiento humano".

Explicó que Cervantes creía en una "literatura de la experiencia" en la que "podían entreverarse cosas prodigiosas que parecieran verosímiles, pero siempre con la vida como modelo de la escritura" y dejando que el habla común "corriese libre mezclando lo racional y lo imaginario".

Por eso Felipe VI subrayó que al leer el Quijote "nos sentimos todos compañeros de camino, llamados a compartir un diálogo interminable sobre lo divino y lo humano, con la inmensa y variada multitud de interlocutores" y añadió: "Todos -niños, jóvenes, hombres y ancianos- aseguraba el propio Cervantes, estamos convocados".

El Rey hizo hincapié en que ayer fueran invitados a la mesa del comedor de gala del Palacio Real "representantes cualificados del cervantismo internacional" junto a escritores, representantes académicos y del mundo cultural y editorial.

Antes del almuerzo, los Reyes saludaron en la Saleta Gasparini al mexicano Fernando del Paso, de 81 años, quien ha viajado hasta España acompañado de su esposa, María del Socorro Gordillo, y sus hijos Alejandro, Adriana y Paulina.