El cantante Raimundo Alberto Abalde Rodríguez, conocido por todos como "Pituco", falleció ayer a los 73 años en Vigo. El que fuera cofundador del grupo A Roda en el año 1977, llevaba alejado del mundo de la música desde hace 15 años tras sufrir una parálisis que le impidió poder continuar sobre los escenarios, "la gran pasión de su vida", tal y como recordaba ayer emocionado su hermano José Luis, que también formaba parte de la mítica formación como voz tenor.

Fueron los hermanos Abalde, los Vaamonde -Suso y Luis- y los Domínguez -Fito y Luis, los primeros integrantes y fundadores del grupo más emblemático de la música de taberna. "Pituco" formó parte de A Roda prácticamente desde su nacimiento como voz barítono junto a Luis Vaamonde y participó en los tres primeros discos del grupo, además de viajar con él a los conciertos más importantes que dio la banda en multitud de Centros de Emigración gallegos, el primero de ellos en Venezuela y también en México, Panamá, Barcelona y Madrid.

En el año 1989 "Pituco" y su hermano dejaron A Roda y fundaron una nueva banda, Luada, en la que permanecieron hasta su disolución a finales de los años 90. "Fue una de las bandas más televisivas de Galicia y con ella conocimos a muchos cantantes como Peret, Francisco o Los Panchos e hicimos también buenas amistades; mi hermano disfrutó mucho de aquellos años", recuerda José Luis.

Trabajador de Citroën, todos los que le conocen recuerdan que su verdadera vida estaba en la música. "Cuando no había ensayos o actuaciones él me venía a buscar para que cantáramos de manera informal; no podía vivir sin cantar, para él era lo más importante y con lo que más disfrutaba", asegura su hermano. "En realidad, ese era el espíritu de todos los componentes de A Roda; ninguno hacía música por dinero", añade Abalde.

A pesar de que en los últimos años de su vida la parálisis le impedía hablar, sus allegados aseguran que "Pituco" seguía amando la música, escuchándola y siguiendo el compás emocionado.

El músico será despedido hoy a las 18.30 horas en el cementerio vigués de Pereiró rodeado de su familia y de sus compañeros en ambos grupos que esperan poder dedicarle una última canción.