Cuando comenzó a trabajar con ordenadores estos tenían la milésima parte de memoria que los actuales y ocupaban casi una sala. Sin embargo, Miguel Ángel Ríos Fernández, doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), especializado en Química Cuántica por la Universidad de Kent (Gran Bretaña), ya vio, a finales de la década de los sesenta, todo el enorme potencial que la por entonces incipiente informática tenía para su campo científico en concreto y para la ciencia en general.

Hoy, el Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia (CPEIG) reconoce la faceta pionera del actual presidente de la Real Academia Galega de Ciencia en el uso de la informática en la investigación en Galicia, nombrándole miembro de honor, una distinción que el investigador califica de "desmedida". "Creo que la gente que nos dedicamos a la ciencia tenemos que ser personas muy humildes porque en realidad es más lo que ignoramos que lo que sabemos y creo que este nombramiento es exagerado", asegura.

El profesor Ríos Fernández aún recuerda que para poder realizar su tesis tuvo que marcharse a Madrid, al Centro de Computación de la Universidad Complutense, porque la de Santiago no tenía ordenador. Poco después, la USC adquiriría su primer computador, un IBM 1130, una máquina que ya usaba programas hechos en Fortran, un lenguaje de programación de alto nivel especialmente adaptado al cálculo numérico y a la computación científica. Pero aún así, la cantidad de datos que generan los estudios de química cuántica son tan enormes que este sistema de computación, y los que le siguieron durante muchos años después, se le quedaban pequeños. "Yo he trabajado desde Galicia con el ordenador de la Universidad de Nagoya, por lo que mis cálculos han viajado por todo el mundo", bromea el científico, para quien la informática fue crucial para su especialidad.

"La informática para la química cuántica es algo imprescindible. Si se pudo desarrollar fue porque paralelamente se desarrolló la informática. Sin esta, Galicia no tendría trabajando en química cuántica a grupos tan importantes, incluso en el ámbito internacional, como los que tiene ahora", reconoce Ríos Fernández, que fue el responsable del primer computador de cálculo vectorial de Galicia, secretario xeral de I+D de la Xunta y que presidió el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga).

Y fue la necesidad de los científicos la que hizo posible que la Universidad de Santiago tuviese su primer computador. "Inicialmente fue la química cuántica la que tiró, en cierta medida, de la informática porque por la densidad de datos que teníamos necesitábamos aparatos con una estructura capaz de soportar ese número inmenso de datos", asegura Ríos Fernández, que el próximo día 26 será nombrado oficialmente miembro de honor del CPEIG.