La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sentenció ayer que desconectar de los aparatos que mantienen con vida al tetrapléjico francés en estado vegetativo Vincent Lambert, de 38 años, no vulnera su derecho a la vida.

En una sentencia histórica que no puede ser recurrida, apoyada por doce jueces contra cinco, la Corte europea recuerda que no existe un consenso europeo en esta materia, por lo que procede conceder un margen de apreciación a los estados.

El Tribunal de Estrasburgo comparte la decisión del Consejo de Estado -máxima instancia administrativa de Francia- que autorizó en junio de 2014 a dejar de mantener artificialmente la vida de Vincent Lambert.

Estrasburgo se ha limitado a "examinar el respeto por parte del Estado de sus obligaciones positivas que derivan del artículo 2 de la Convención", dice la sentencia, y destaca las garantías ofrecidas por el Consejo de Estado, El fallo rechaza el resto de alegaciones de los demandantes, los padres de Lambert, de profundas creencias religiosas, relativas a la prohibición de tratos inhumanos o degradantes y a los derechos al respeto de la vida privada y familiar, y a un juicio justo.

Con la sentencia, la corte avala la postura de la esposa, Rachel Lambert, varios hermanos del paciente y los médicos que le tratan, partidarios de que el enfermo sea desconectado de los aparatos que le mantienen con vida.

La madre, en contra

La esposa y la madre de Lambert estuvieron presentes en la lectura de la sentencia, a cargo del presidente del tribunal, Dean Spielmann.

La primera se declaró "conmocionada" y añadió, tras conocer la sentencia, que "no siente alivio ni felicidad". La madre dijo a la prensa que su hijo "no está al final de la vida. Monto en cólera cuando se me dice que está al final de su vida. Vincent es un discapacitado". Afirmó sentirse "muy triste" con una sentencia que es un "escándalo".

Los más críticos con la sentencia fueron los abogados de los demandantes. "El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dio una señal dramática y funesta", dijo Jérôme Triomphe, que añadió "aquí no hay justicia, sino arbitrariedad". "No dejaremos asesinar al señor Lambert", dijo el abogado tras preguntarse: "¿Qué sociedad bárbara es esta?". Arremetió también contra la esposa de Lambert, "que ha dejado a su marido, excepto hoy (por ayer), y se ha marchado a Bélgica".

Por su lado, el abogado de Rachel Lambert, Bruno Odent, confió en que la sentencia "se imponga en el ámbito europeo" y se congratuló por que coincida con el dictamen del Consejo de Estado.

Vincent Lambert sufrió un accidente de tráfico en 2008 que le causó un grave traumatismo craneal y le dejó tetrapléjico y postrado en una cama.

Ingresado en el hospital universitario de Reims, su esposa y sus cuidadores iniciaron el procedimiento para aplicar la llamada "ley Leonetti" de 2005, sobre los derechos de los enfermos y el fin de la vida.

Discrepancias

En referencia a esta ley, la sentencia dice que Francia ha puesto en marcha "un marco normativo adecuado para asegurar la protección de la vida de los pacientes".

Los jueces de Azerbaiyán, Eslovaquia, Georgia, Malta y Moldavia publicaron una opinión separada, en la que dicen no entender por qué Francia ha impedido el traslado de Lambert a una clínica especializada, tal como solicitaban los demandantes.

Los jueces disidentes recuerdan que Lambert no está en muerte cerebral y "nada prueba que sufra". Para ellos, la ley de 2005 no es clara y aseguran el Tribunal ha perdido la conciencia con esta sentencia.