Isorna: "Ante el problema de las drogas no existen soluciones mágicas, completas"

Lo que sostiene Isorna es que también hay que cuestionar la hipocresía o doble moral de una cultura que de manera totalmente arbitraria permite y tolera algunas drogas, mientras que injustamente prohíbe y condena otras. "También significa -dijo- mostrar que ante el problema de las drogas, al igual que frente a otros problemas bioéticos, no existen soluciones mágicas, completas o que eliminen todos los problemas de una vez y para siempre o que, a su vez, no produzcan nuevos problemas, imprevistos e imprevisibles y quizá peores que los originales".

Recordó que el debate sobre la legalización de las drogas no es nuevo, simplemente se va renovando, reciclando viejos argumentos y combinándolos con algunos nuevos. "La ONU estima que el consumo mundial oscila entre el 2,9 y el 4,3% de la población entre 15 y 64 años de edad. Los estudios de prevalencia muestran que el cannabis en sus diversas formas de consumo es la droga ilícita más consumida también en la Unión Europea, y que España tuiene el récord europeo. Lo que genera un gran dilema social en cuanto a qué hacer con su situación legal, ya que en la mayor parte de Europa su cultivo, distribución y consumo en lugares públicos está sancionado penalmente y/o administrativamente", dijo." La solución al debate se encuentra quizás en la lucha contra la pobreza que lleva a poblaciones indígenas a cultivar estas plantas como modo de subsistencia

Diversos acontecimientos históricos y sociales han propiciado según Isorma que el consumo de cannabis haya ido adquiriendo una imagen social de droga que no genera más problemas que aquellos que pueden producir el alcohol o el tabaco, drogas que sí están legalizadas."Cada vez son más los líderes o partidos -afirma- que consideran que con el espíritu prohibicionista, la guerra global a las drogas ha fracasado, con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo"

Quiso aclarar antes de nada las diferencias entre descriminalización, despenalización y legalización. "La despenalización y legalización son términos que suelen tomarse como sinónimos, pero son "muy distintos. Descriminalización significa la eliminación de un comportamiento o actividad del derecho penal. Despenalizar implica dejar de aplicar penas, es decir, dejar de considerar delitos a acciones que realizan las personas con respecto a las drogas. Legalizar es hacer legal una cosa. Significa que una conducta antes fuera de la ley), pasa a estar permitida".

"Tal como se ha mencionado, la posición ante el cannabis divide a la sociedad en dos posturas encontradas. Esas dos actitudes han creado estereotipos que como suele ocurrir al confrontarlos con la realidad no siempre responden a la etiqueta. A los defensores del cannabis se les identifica normalmente con la izquierda o el 'progresismo', mientras que a los críticos con ese consumo se les suele alinear en el bando de los conservadores. Este simplismo reduccionista es distorsionador".

Dice Isorna quer hay un variado "mapa jurídico" en relación con los delitos relativos al cannabis: algunos países o regiones toleran ciertas formas de posesión y consumo, en otros países se aplican sanciones administrativas o multas, y otros aplican directamente sanciones penales. "Entre los puntos a favor se anticipa que la legalización del cannabis permitiría la regulación del comercio y distribución de esta sustancia garantizando calidad y precio, incluso ingresos gubernamentales por impuestos que podrían ser aplicados a la prevención. A consecuencia de esta regulación se esperaría un declive en las tasas de narcotráfico y de los recursos económicos destinados a la lucha contra éste; y más importante aún, una caída en los registros de muertes violentas reportadas, sobre todo en los países productores".

"Aumentaría el consumo de los menores de edad"

• En contraste con los argumentos anteriores, dijo el investigador que existen puntos en contra de la legalización integral de la marihuana, y entre éstos se encuentra la suposición de que la regulación del comercio de la marihuana facilitaría el acceso de los consumidores a ella e incrementaría su consumo de manera general. "Y el consumo de cannabis en grandes dosis está relacionado con alteración de funciones cognitivas como memoria a corto plazo y atención, y en funciones ejecutivas como juicio, planeación, abstracción, toma de decisiones, resolución de problemas... con mayores alteraciones cuando la edad de inicio es menor en el consumidor asociado a la falta". ¿Hay alguna evidencia de que la liberalización del mercado disminuiría el consumo?.A esa pregunta respondió que, "evidentemente no, pues es un hecho incontrovertible que las drogas más consumidas son legales (tabaco y alcohol, ansiolíticos...), causando un sinfín de enfermedades y con graves repercusiones familiares y sociales."¿Las mafias desaparecerán por la legalización del cannabis?, evidentemente no, porque no es la droga su único negocio; estos cárteles están en la base de las redes de trata de personas, en el comercio ilegal de minerales y piedras preciosas, en el de armas, etc". ¿Puede alguien garantizar que cualquier medida de legalización, por controlada que sea, no va a aumentar las posibilidades de acceso de los menores de edad a estas sustancias? "Más s bien los datos disponibles indican lo contrario,Considerando el rotundo fracaso de las medidas hasta hoy, hay que pensar en otras preventivas y soluciones novedosas que realmente ataquen el problema de manera satisfactoria".