Solo un 7% de los pacientes oncológicos interrumpe su tratamiento por los efectos secundarios, de los cuales el 87% estaba recibiendo terapia citotóxica (quimioterapia o radioterapia) y un 13% una hormonal, según un estudio comparativo de cinco países europeos: Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España. Los resultados han mostrado que los cánceres con mayor tasa de interrupción de tratamiento coincidieron con los más prevalentes. Así, entre los cinco países, el 22% de los pacientes que dejaron el tratamiento tenían un tumor de mama; el 14%, colorrectal y el 13%, cáncer de pulmón no microcítico (células no pequeñas).

En el caso de España, los tumores con mayor porcentaje de interrupción del tratamiento fueron mama (16%), colorrectal (15%) y leucemia mieloide crónica (9%). Cerca del 65% de los pacientes europeos que interrumpieron el tratamiento recibían quimioterapia y, de ellos un 39% era una combinación de citostáticos tradicional con uno o más fármacos, y el resto con alguna terapia dirigida.