El Gobierno pretende promover la tenencia responsable de perros y gatos, y reducir su abandono prohibiendo la exposición de estos animales en los escaparates de las tiendas. Con una nueva ley de comercio y tenencia de perros y gatos se quiere evitar la compra compulsiva de un animal, ya que al verlo exhibido como mercancía puede no reflexionarse lo necesario sobre las responsabilidades que implica, lo que podría fomentar finalmente el abandono de la mascotal.
Otro de los objetivos de este proyecto de ley anunciado en abril por Miguel Arias Cañete, predecesor de Isabel García Tejerina, cuando ocupaba el puesto de ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es evitar la separación de los cachorros de sus madres a edades tempranas e impedir que se alojen sin las condiciones adecuadas para moverse e interaccionar con otros animales.
En un principio hubo una confusión al no saber si esta ley no sólo iba a afectar a la exhibición sino también a la venta de animales en tiendas, por lo que la actual ministra, García-Tejerina, aclaró que no prohibirá la venta en las denominadas pajarerías. La ministra también pidió "compromiso a los ciudadanos para que sean responsables de estos animales" y que "se les dé el trato y el respeto que todos deseamos para nuestras propias mascotas".
Se estima que el abandono de perros y gatos es de 120.000 al año y según las asociaciones protectoras, España ocupa los primeros puestos de los países europeos con mayor tasa de abandono de animales de compañía.
Por lo tanto, en todos aquellos establecimientos donde se vendan estas mascotas no se podrá hacerlo mediante la muestra física de los animales, para que así se impida identificarles con objetos.
La efectividad de la medida
Este proyecto está levantando polémica, especialmente en las tiendas de animales así como en las asociaciones protectoras.
Es cierto que los espacios y condiciones donde se encuentran los animales deben ser adecuados para su desarrollo y que se debe impedir en la medida de lo posible la separación de los cachorros de sus madres.Sin embargo, las discrepancias y las dudas no han tardado en aparecer respecto a que estas medidas realmente tengan algún tipo de repercusión en el elevado número de abandonos.
Según Ana y María, empleadas de la tienda de animales Kiwoko de Vigo, la exposición de perros y gatos en los escaparates no está directamente relacionada con el abandono ya que "es más difícil que se abandone a una mascota por la que se ha hecho un esfuerzo económico, como es el caso de las adquiridas en las tiendas de animales, que otra que haya sido gratuita". Además, apuntan que según su experiencia tras haber trabajado en protectoras de perros, "la mayoría de los canes abandonados no son de raza por lo que no son los que se venden en las tiendas". Respecto al cuidado de los animales y sus condiciones de vida, afirman que "en las tiendas les tratamos mejor a las mascotas incluso que como se les trata en las casas, se les desinfecta a diario y se sigue un protocolo de limpieza muy estricto".
Un trabajador de la tienda "El Arca", Anselmo, manifiesta su desacuerdo con este proyecto de ley y opina que "la gente abandona a los animales independientemente de donde los compre", y que por ello los establecimientos "tendrían que tener cierta responsabilidad y hacer un seguimiento de las mascotas que han vendido". Anselmo cree que los peligros se encuentran por un lado en "las camadas incontroladas de perros que viven en semilibertad" y también en la venta de animales por internet, ya que "es ahí donde no hay ningún control por parte del Gobierno".
Amparo Roger Piñeiro es la presidenta de la Asociación Protectora de Animales de Vigo y está de acuerdo con esta medida en lo que respecta al objetivo de no identificar a los animales expuestos en los escaparates con objetos. Sin embargo, considera que esta medida "no va a cambiar el panorama respecto a los abandonos". Opina que es insuficiente y que la única solución para reducir los abandonos de animales es la esterilización, asegura también que existen muchos prejuicios en contra de esta opción y que realmente no se conocen sus importantes beneficios, como son alargar la vida de las mascotas y evitar que contraigan muchas enfermedades. Roger estima necesaria la ayuda del Gobierno para normalizar esta práctica, ya sea financiando las operaciones o al menos implantando campañas de concienciación.
Según la presidenta de la Protectora, el 90% de los abandonos se podrían evitar mediante la esterilización, y dice que "el verdadero problema está en las camadas que cría la gente en casa, ya que la mayoría no son conscientes de las repercusiones que pueden tener".
